El Festival de Música Antigua se va al convento

Un concierto del quinteto vocal Intonationes abre la vigesimoctava edición del Festival de Música Antigua de Sevilla, el segundo más veterano de España en su especialidad. Este año, la principal novedad que trae la muestra es el traslado de la mayor parte de sus actividades al recién inaugurado Centro Cultural del Convento de Santa Clara, que ofrece sin duda un marco de suntuosa belleza y gran significación histórica para el evento, pero que supone una oferta de aforo para los recitales (120 butacas) que se antoja insuficiente para un festival de esta trayectoria e importancia, sobre todo si tenemos en cuenta que catorce de los veintiún conciertos programados tendrán lugar entre sus muros. Se trata de un asunto en absoluto menor que habrá que plantear en serio para próximas ediciones.

El lema que encabeza la programación de este año (Manierismos y extremos musicales) puede aplicarse, desde diferentes puntos de vista, a muchos de los conciertos previstos, empezando por el de apertura, en el que se escucharán madrigales de Carlo Gesualdo y algunos de sus contemporáneos, música vanguardista y experimental para su época, por su tratamiento extremo de disonancias, armonías y cromatismo.

En cualquier caso, los primeras días de la muestra estarán dedicados un año más a la Semana de la viola da gamba, que alcanza su tercera edición y que ofrece además de cinco conciertos, en los que se hace un completo recorrido por casi todas las facetas del repertorio dedicado históricamente al instrumento -incluida la creación actual-, una serie de actividades paralelas de carácter didáctico y expositivo.

Los 400 años de la muerte en Madrid de Tomás Luis de Victoria, el más prestigioso polifonista español del Siglo de Oro, sirven de excusa para otro de los ciclos fundamentales de este año, con tres conciertos que se concentran en los últimos días de la muestra y en los que podrán escucharse algunas de las obras fundamentales no solo de su autor, sino de toda la historia de la música española, como los 18 responsorios de tinieblas o el Oficio de Difuntos. Un par de motetes en el recital de apertura anuncian ya la importancia del evento, que realza a su vez un curso que se realiza en coproducción con la Universidad de Sevilla.

Habituales ya de las últimas ediciones del Femàs son los ciclos de Sevilla y sus músicos, que permite dar voz y espacio a los numerosos conjuntos locales que buscan destacar en el competitivo mundo de la música antigua, y Café Barroco, que esta vez ofrece la novedad del formato cena-concierto. Serán dos citas en el café del Casino de la exposición, que abrirán el espectro del repertorio del Festival a la música medieval (concierto del grupo Axabeba) y la andalusí (Begoña Olavide y el conjunto de Omar Metioui).

En cuanto a los grupos y solistas sevillanos, aparte del propio conjunto Axabeba, de Ventura Rico y su Vie sul Mare (incluido dentro de la Semana de la viola da gamba) o de la ya imprescindible Orquesta Barroca de Sevilla, que ofrecerá dos conciertos, uno de ellos de su grupo de solistas y otro dirigido por el muy prestigioso violinista italiano Giuliano Carmignola, cabe señalar a Mercedes Ruiz, solista de violonchelo de la OBS, que ofrecerá un interesante programa junto al pianista Alfonso Sebastián con música de Beethoven y Mendelssohn; la Accademia del Piacere, que por fin presenta en Sevilla el programa de su exitosa primera grabación (Le lacrime di Eros); el joven conjunto Archivo 415, que se presentará con música instrumental barroca; y el Coro Barroco de Andalucía y la Sociedad Musical de Sevilla, que ofrecen sendos recitales incluidos en el homenaje a Tomás Luis de Victoria.

El Femàs 2011 ofrece una interesante mezcla de artistas ya bien conocidos por sus participaciones en ediciones anteriores y de debutantes en la muestra. Entre los primeros, aparte los grandes conjuntos sevillanos ya citados, cabe incluir una vez más a Jordi Savall, que esta vez viene con su conjunto instrumental Hespèrion XXI, y al violagambista italiano Vittorio Ghielmi, que lo hace con Rodney Prada, compañero de su grupo de violas Il Suonar Parlante.

Entre los nuevos, los violistas Nima Ben David y Juan Manuel Quintana, junto a grupos como Hippocampus, que se presenta con un cuarteto de solitas de entre los más destacados de la música barroca española para ofrecer el único recital bachiano del año; la Orquesta Barroca de Helsinki, que llega con Teppo Lampela, un contratenor desconocido por aquí; Delectare, un grupo fundado por la soprano argentina Adriana Fernández, que tiene como concertino a su compatriota Manfredo Kraemer; o los grupos vocales Intonationes, recién fundado por el contratenor vasco David Sagastume; Musica Ficta, que dirige el madrileño Raúl Mallavibarrena; y Graindelavoix, regido por la singularísima personalidad del musicólogo Björn Schmelzer.

Además del Convento de Santa Clara y del Casino de la Exposición, la Sala Joaquín Turina de Cajasol para los recitales más populares (OBS, Savall) y la Iglesia de San Alberto para dos de las citas dedicadas a Victoria acogerán el resto de recitales del Festival.

Consulte la programación íntegra del Femás en la web del festival.