Londres, capital de la emoción
Programación
El Flamenco Festival de la ciudad británica celebra una nueva edición con un homenaje a la guitarra y una gala dedicada a Carrete de Málaga
Flamenco: pasaporte universal
El pasado abril, en la gala de los Premios Olivier, los galardones del teatro británico, una noche en la que se homenajeó al veterano Derek Jacobi y se distinguió a dos de los actores de moda, Paul Mescal y Jodie Comer, había un granadino entre los nominados, el bailaor Manuel Liñán, que optaba a la estatuilla de mejor logro en danza por la coreografía de su espectáculo ¡Viva! y se codeaba en esa velada con los profesionales más destacados de la escena en Reino Unido. Miguel Marín, director del Flamenco Festival de Londres, ve ese hito –y no es un caso aislado: años antes, en 2020, se había hecho con esa distinción la gaditana Sara Baras– como un ejemplo del escaparate que supone la cita que coordina, y que tiene el prestigioso Sadler’s Wells Theatre como sede principal, del flamenco como "arte mestizo", "punto de encuentro" y "territorio de comunicación con los otros".
"No somos conscientes del papel que está haciendo uno de los templos de la danza, uno de los teatros más importantes del mundo, en la divulgación del flamenco en Londres", señala Marín sobre un festival que celebrará una nueva edición del 5 al 15 de julio, la número 18, y que en estos años de vida se ha afianzado gracias a la "excelencia de los artistas" que han pasado por la programación y que han provocado el asombro entusiasta de los espectadores, fascinados por un flamenco en plena reinvención y en las antípodas de los clichés con que a veces se asocia en el extranjero. "La reacción del público es toda una experiencia, observar el modo en que lo viven", añade Marín. "Hasta yo, que llevo tanto tiempo en esto, me continúo sorprendiendo".
Esta vez, y aunque el baile seguirá teniendo un peso importante dentro de la oferta, la edición se plantea como un tributo a la guitarra española y conmemorará el 400 aniversario de la muerte de Vicente Espinel, escritor y músico que además de inventar la estrofa de la espinela y ser maestro de Lope de Vega, entre otros méritos, pasó a la Historia también por colocarle la quinta cuerda a la guitarra. En colaboración con la Fundación SGAE y su programa Flamenco Eñe, el festival dedicará varios conciertos al instrumento. La Big Flamenco Guitar Night, en el Kings Place, un espacio que se suma a la programación, mostrará "las posibilidades expresivas" de la guitarra española, con José del Tomate como adalid de "la forma más pura", Mercedes Luján en representación de las tocaoras y Raúl Cantizano encarnando "la libertad", dice un músico que quiere "seguir siendo el niño que juega con los elementos que tiene a su alrededor".
Vicente Amigo y Niño Josele, entre otros, tienen una cita con el público de Londres y tampoco faltará otro maestro, Rafael Riqueni, que reivindicará el protagonismo que merece la guitarra. "Tocar solo es algo que tuve la costumbre de hacer mucho de joven, pero eso fue cambiando a lo largo de mi vida", recuerda el intérprete, que en Inglaterra presentará Herencia, "un disco de guitarra flamenca pura y dura" que lo devuelve a los orígenes y que "está muy cerca de lo que soñaba hacer".
En una rueda de prensa que acogió el Cartuja Center de Sevilla, algunos de los artistas que se desplazarán en unas semanas a Reino Unido hablaron de las propuestas que llevarán. Miguel Ángel Cortés se alía de nuevo con José María Gallardo del Rey para celebrar el legado del Albéniz Flamenco, y la bailaora Olga Pericet defenderá La leona, un espectáculo que toma el nombre de la legendaria guitarra construida por el luthier almeriense Antonio de Torres en 1856. "Me gustaba eso de que la guitarra tuviese un nombre, eso la humaniza. A mí me sugería muchas cosas", desvela la cordobesa.
La danza tendrá otros momentos destacados en el Flamenco Festival de Londres de la mano de Sara Baras, que presentará Alma del 5 al 9 de julio en el Sadler’s Wells, o de Mercedes de Córdoba, que debuta con su compañía (como intérprete ya lo había hecho) en la capital británica con Sí, quiero, retrato de una mujer en llamas y emocionante reafirmación de su entrega al baile pese a las adversidades encontradas en el camino. La artista quiere, apoyada en un soberbio cuerpo de baile, transmitir al público "el amor, la pasión, el compromiso" con que vive su vocación, y espera "incendiar" el corazón de los espectadores.
Rafael Estévez y Valeriano Paños presentan en Londres La confluencia, un nuevo logro en la carrera de estos creadores reconocidos con el Premio Nacional de Danza y el resultado de una exhaustiva investigación de la danza española, que despliegan en escena cinco bailarines prodigiosos. Miguel Marín augura que será uno de los espectáculos "que más van a sorprender" del cartel del festival.
Especialmente emotiva será la clausura, prevista para los días 14 y 15 de julio, una gala flamenca concebida alrededor de la personalidad arrolladora de Carrete de Málaga. Acompañan a este octogenario –"yo no sé la edad que tengo", asegura él– Manuel Liñán, que dirige y baila, Alfonso Losa, el Yiyo y Sandra Carrasco, un equipo artístico que celebrará "el paso del tiempo y la evolución del arte flamenco". Liñán, que se confiesa "enamorado" de la "sabiduría" de Carrete, prepara Muerta de amor, una exploración de los afectos y las relaciones, "los estímulos que recibe el cuerpo a través de la emoción, el contacto o la fe".
Liñán ha dado forma a esta creación en una residencia en Torrox, igual que Maui, que interpreta Puerto Alegría en el Teatro Cervantes, fruto del acuerdo del Flamenco Festival con el Instituto Cervantes. La artista de Utrera indaga en el "personaje" que tenemos "todos, en la escena y en la vida", y en la obra se va quitando "capas" y busca, con "guasería" y "pellizco", algo parecido a la esencia de sí misma. "No se trata de llegar a buen puerto, sino de encontrar el faro que llevas dentro", sostiene.
El diálogo entre el baile de Florencia Oz y el chelo y la voz de Isidora O’Ryan en Antípodas, y la reflexión sobre las nuevas masculinidades de Julio Ruiz con Tocar a un hombre se suman al cartel del festival, que se cierra con la fiesta de Álvaro Romero y Yeli Yeli, el proyecto que el cantaor de El Puerto de Santa María ideó junto al productor Pedro da Linha y en el que se funden sonidos de Portugal y de España. "Es ideal para la gente que trabaja de lunes a viernes y se quiere desinhibir", explica Romero, que espera con ilusión su paso por el Flamenco Festival. "Inglaterra tiene mucho que ver con la música rave, y tengo muchas ganas de que lo que hago se conozca en Londres", confiesa.
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