Paco de Lucía en vivo
Paco de Lucía | Crítica
La Fundación Claude Nobs publica una selección de tres de las muchas intervenciones que llevó a cabo el mítico tocaor en el Festival de Jazz de Montreux
La ficha
'The Montreux years' Paco de Lucía. BMG
Un inédito de Paco de Lucia. El primero publicado tras su fallecimiento. Se trata de una selección de ocho toques de tres de los conciertos que Paco de Lucía ofreció en el Festival de Jazz de Montreux. En el año 1984, precisamente en el que se publicó el primer disco en directo del Paco de Lucía Sextet, el grupo continuó su gira del año anterior, cuyo repertorio reflejó Live … one summer night. Y, de hecho, entre los temas incluidos en The Montreux years se encuentran dos que ya se podían escuchar en Live … one summer night.
Tras la introducción, compuesta por John MacLaughlin, nos encontramos en el primero de ellos, titulado Alta mar, con un primer solo, en este caso a cargo de Carles Benanvent, que conduce hacia el pegadizo tema de Entre dos aguas, momento en el que se une todo el grupo. Se trata del sexteto al completo, el mítico Sexteto en su mejor momento, 1984, en el que se presenta en el Casino de Montreux. Ampliado septeto con la guitarra de Carlos Rebato. Paco de Lucía escancia algunas variaciones deliciosas, con unos picados de vértigo, antes de ceder el testigo a Jorge Pardo.
El músico madrileño arranca con el saxo unas variaciones de una densidad, de una carnalidad asombrosa. Después se inicia un diálogo de virtuosos entre el saxo y la guitarra. Tras más de una década desde su concepción original, Entre dos aguas se ha convertido en otra cosa. En una excusa para mostrar un grupo de solistas virtuosos en estado de gracia. Con un impulso rítmico arrollador sustentado en el buen hacer de Ramón de Algeciras a la guitarra y Rubem Dantas a la percusión. Y sin perder la belleza y la brillantez del tema principal.
En el mismo concierto se ofrecieron los tangos que daban título a su décimo disco en solitario Solo quiero caminar, de apenas tres años antes. Al grupo instrumental se une aquí la voz de Pepe de Lucía diciendo el estribillo famoso del tema y una serie de letras tradicionales, y también de nuevo cuño, por tangos. Con referencias a la Niña de los Peines y a Camarón. Y, tras cada tanda, un nuevo solo: primero la flauta de Jorge Pardo, luego la guitarra de Paco, y de nuevo la flauta inventando nuevas variaciones. Una nueva lección de complicidad y soniquete.
La rumba Buana Buana King Kong es, como bautizó el Sexteto, es decir, Paco de Lucía, a su versión de un tema de Pepe de Lucía titulado Chalaura, que este registraría en un disco de 1988. Se inicia con un vibrante solo de percusión a cargo de Rubem Dantas. Después del juego vocal con la percusión del propio Pepe de Lucía llega el estribillo y luego los consabidos solos: Jorge Pardo a la flauta, Carles Benanvent al bajo y Paco de Lucía a la guitarra, para después unirse los tres en el arreglo, con una rapidez y un virtuosismo extraordinarios.
Finalmente, Pepe regresa para cantar algunas de las letras que le escribió en su momento a Camarón. Paco de Lucía volvió a Montreux en 2006, con su nueva formación, integrada por Antonio Serrano a la armónica y teclados, Alain Pérez al bajo, Niño Josele como segunda guitarra y el Piraña a la percusión. La parte vocal la compartieron La Tana y Montse Cortés.
Tres temas se han seleccionado de aquella noche en el Casino Barrière. La Barrosa son, acaso, las alegrías más míticas de Paco de Lucía. Incluidas originalmente en el disco Siroco (1987), se nos ofrecen aquí en una versión extendida con la guitarra protagonizando las falsetas. Paco de Lucía demuestra que su virtuosismo sigue intacto y se presenta como el protagonista exclusivo de la pieza, con el apoyo de palmas y percusión. Un tema bailable, de falsetas ligadas, pleno de ritmo. En la recta final de la pieza se unen el bajo eléctrico y la segunda guitarra para aportar solidez y contundencia a la pieza. El tesorillo son unas bulerías deslumbrantes, de diez minutos de duración, protagonizadas en toda su extensión por la guitarra, en la que el tocaor trenza una falseta tras otra a un ritmo vertiginoso, que demuestran como tocaba Paco de Lucía a los 58 años.
Durante muchos años el tema que da nombre al disco Zyryab (1990) fue uno de los números fuertes de los conciertos de Paco de Lucía, y es el que cierra este disco, en su versión de 2006. Una versión ampliada que supera los 17 minutos de duración. Tras una primera parte protagonizada por la guitarra, hace acto de presencia la armónica de Antonio Serrano, un magnífico intérprete de este instrumento, al que conduce a niveles de virtuosismo y polifonía nunca vistos antes. Tras Serrano es el turno del bajo de Alain Pérez que ofrece también una serie de variaciones impresionantes. Y la guitarra de Niño Josele, que, tras ofrecer unas variaciones, se enzarza en un diálogo con el propio Paco de Lucía a base de picados vertiginosos. Luego Montse Cortés y La Tana cantan unas letras tradicionales por seguiriyas y por soleá, para acabar la cosa a ritmo de tangos. Un monumento.
Hasta el último momento, Paco de Lucía siguió interpretando en sus conciertos temas a guitarra sola y el que ofreció en el Miles Davis Hall de Montreux en 2012, tres años antes de su muerte, no fue una excepción. Se trata de una deslumbrante minera en la que lleva a cabo todo un despliegue de recursos técnicos sobre el toque creado por Ramón Montoya. El otro tema seleccionado de ese último concierto en Montreux es Vámonos, la rumba con la que se inicia este disco, once minutos de tensión, de pasión, de virtuosismo, de electricidad. No es sino otra versión de su mítico tema Entre dos aguas, en este caso con su última formación, en la que incorpora, respecto a la de 2006, la segunda guitarra de Antonio Sánchez, el baile del Farru, y las voces de Duquende y David de la Jacoba, que sustituyen a La Tana y Montse Cortés. El segundo solo corre a cargo de Antonio Serrano, que introduce guiños a otro tema del grupo Buana Buana King Kong. Luego le toca el turno a Alain Pérez y a Israel Suárez El Piraña.
Esta es la segunda vez, precisamente con Live … one summer night, que la imagen del tocaor se sustituye en la portada del disco por un óleo. Y también el primer disco de Paco de Lucía como solista que no aparece bajo el manto de Universal Music. Se trata de una selección de la colección personal de Claude Nobs, el fundador del Festival de Jazz de Montreux.
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