Las amistades peligrosas

Y es que saltar de un rascacielos a otro, sintiendo el viento en la cara, escabullirse de los ataques de un supervillano mientras le lanzas a la cara no solo tela de araña, sino un repertorio de chistes a cual más malo está bien. Es la parte positiva, y divertida, de ser un superhéroe adolescente.

Pero Peter ha aprendido por las malas que esta profesión tiene una parte muy oscura y dolorosa, y no solo por la pérdida de confianza en aquellos a los que considerabas casi parte de tu disfuncional familia, sino que en el camino del Hombre Araña se van acumulando los cadáveres de gente muy querida, como Gwen Stacy.

Siempre ha contado con el apoyo y el amor de la pelirroja Mary Jane, pero el miedo ha venido a ocupar un lugar muy importante en la mente de Peter, por lo que, con todo el dolor de su corazón va a hacer algo que, por mucho que le agobie, considera del todo necesario.

A partir de ese momento, su atención en las clases del instituto se evaporará, convirtiéndose en un espectro, un pálido reflejo de lo que había conseguido ser, alejado de todo al que le tenga algo de simpatía, tratando de evitar a toda costa que la aparición de alguna letal amenaza pueda afectar de manera trágica a todos a aquellos a los que quiere…

Y justo en este momento tan importante en la vida del protagonista aparece alguien del pasado por el que tuvo un sentimiento especial, casi un hermano. Harry Osborn ha vuelto, pero claro, en el fondo de su mente se agazapa un recuerdo que haría que su relación con Peter se rompiera en mil pedazos.

Pero esto no es todo, ya que si habéis visto el título (Duende) de este nuevo volumen, perspicaces lectores, seguro que adivináis que la oscura herencia de Norman Osborn no va a ser solo dinero y empresas. En el interior de su vástago se oculta algo, un peligro extremo, que puede hacer su aparición en cualquier momento.

Bueno, ya sabéis que la vida del Trepamuros no es nada sencilla, así que se verá metido de lleno en un enfrentamiento por poseer el cetro, y la corona, de la ciudad de New York. Los jugadores en esta imaginaria, y letal partida, serán Kingpin, Cabeza de Martillo, la letal asesina Elektra y la sensual y algo desquiciada Gata Negra.

Todos y cada uno de ellos van a poner en más de un aprieto a Spiderman, tratando de eliminarle de la ecuación o, simplemente, acorralándolo a besos contra una pared, como es el caso de la sibilina felina.

Ya lo he comentado en otras ocasiones, y es que esta recreación de las jóvenes aventuras de Peter Parker me parecen de lo mejor que se ha hecho con el personaje en muchos años, sin cargar con la mochila de la continuidad, Brian Michael Bendis, el guionista, nos narra con frescura, humor y drama, las andanzas de este chaval al que una araña picó, cambiándole la vida.

Para ello cuenta con el dibujante perfecto, Mark Bagley, que llegados al número 85 de la colección, el último incluido en este octavo volumen, no ha fallado nunca con su entrega mensual. Un titánico logro tan imposible de ver en estos tiempos, y manteniendo un nivel de calidad alto, ojo.

Lo dicho, si os gusta Spiderman, y no queréis volveros locos con los miles de líneas y arcos argumentales que ha vivido en las diferentes colecciones, miniseries, etc… Lanzaos de cabeza a disfrutar las peripecias de la versión Ultimate del personaje.