Arte y cine del siglo XX: el C3A recupera el legado de Val del Omar con su primera antología en la última década

"Artista olvidado"

Proyección de un fotograma de Val del Moral en su exposición del C3A / Juan Ayala

Un paseo por la evolución técnica y estética de la fotografía, el cine, la radio y la televisión a lo largo del convulso siglo XX en España resumido a través de la vida y obra del "artista olvidado" José Val del Omar (Granada, 1904; Madrid, 1982), que fuera "camarada" de Federico García Lorca. Es la nueva muestra del C3A (Centro de Creación Contemporánea de Andalucía) que se ha presentado este jueves y que estará perenne en tres salas hasta el 1 de septiembre.

La muestra tiene como punto de partida un texto del propio Val del Omar, El firmamento de una Técnica con T mayúscula, que da nombre a la exposición, escrito en los años 60, en el cual urgía a los españoles a pensar en una técnica que hiciera "de la información un fin colectivo"; es decir, "una técnica que, a diferencia de la experiencia individual que ofrecían entonces la publicidad y la propaganda de la Guerra Fría, propiciara un entendimiento y una emoción compartida entre iguales", ha explicado el comisario de la muestra, Lluís Casanovas.

La exposición trata de reivindicar la vigencia de este discurso en "un presente caracterizado por la saturación visual, la normalización de la propaganda y un uso cada vez más agresivo de la tecnología", ha asegurado Casanovas. "Un cine individualizado, tal y como es hoy, cada uno en su butaca, con cierta distancia entre uno y otro, horrorizaría a Val del Omar, que lo entiende como una experiencia comunal", ha puesto de ejemplo.

Val del Omar. Una Técnica con T mayúscula es la primera antología dedicada al artista que se expone en la última década, respondiendo al "renovado interés" que suscita su obra. En ella se le sitúa en el centro de una constelación de discursos, instituciones y disciplinas del siglo XX, enfatizando el "compromiso con el espectador que caracterizó siempre su propia práctica artística". "Existirán otras formas de representar a Val del Omar, pero ésta es la que nosotros creemos que toca ahora", ha subrayado Casanovas.

En otras palabras, la traza el empeño de este artista en explorar las posibilidades y los efectos que tecnologías como el cine, la electroacústica o la televisión tienen sobre el espectador y su búsqueda de nuevas técnicas para adaptarse a los diferentes contextos políticos de España durante el siglo XX: desde la Segunda Republica hasta la democracia.

Varias fotografías en las que cientos de españoles de principios del siglo XX ven cine por primera vez reflejan esta visión del artista, interesado en retratar esas impresiones. También se expone el proyector de las Misiones Pedagógicas, cedido por Filmoteca de Andalucía, como muestra del trabajo que el granadino desarrolló para ese proyecto cultural de la Segunda República, así como algunas de las 45 innovaciones que patentó en el campo sonoro, o sus numerosos carteles publicitarios.

En total, el proyecto expositivo reúne alrededor de 300 piezas que incluyen mucho material inédito, que han sido aportados por más de una quincena de instituciones públicas y colecciones particulares, entre ellas su propio archivo, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Filmoteca Española, el Museo del Traje, el Museo Nacional de Escultura, la Residencia de Estudiantes, la Fundación Pablo Iglesias, la Real Academia de San Fernando, la Filmoteca de Andalucía o el Museo Julio Romero de Torres, que cede el lienzo Virgen de los Faroles (1928) del artista cordobés.

'Tríptico Elemental de España'

José Val del Omar, nacido en una familia burguesa de Granada (su apellido paterno era Valdelomar, que él arabiza como Val del Omar), se sintió pronto atraído por el cine tanto en su vertiente técnica como estética, interesándose por las capacidades pedagógicas de este nuevo medio, así como por sus posibilidades de transformación social.

En 1928 anticipó ya varias de sus técnicas más características, incluyendo el "desbordamiento apanorámico de la imagen" fuera de los límites de la pantalla y el concepto de "visión táctil". Dichas técnicas, y la del "sonido diafónico", y otras exploraciones en el campo sonoro, las aplicó en su Tríptico Elemental de España, integrado por Aguaespejo granadino (1953-55), Fuego en Castilla (1958-60) y la inconclusa Acariño galaico (1961-1995), que se exponen con cierta "brillantez" en una de las salas audiovisuales del C3A.

El "Tríptico no sólo es heredero de la etnografía surrealista y la cinematografia abstracta de entreguerras, sino que anticipa la experimentación alrededor del aparato cinematográfico que tendrá lugar durante la Guerra Fría, teorizada a posteriori bajo el concepto de cine expandido", ha valorado el comisario de la exposición.

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