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El conjunto arqueológico de Medina Azahara acerca su pasado reciente a los cordobeses a través de la muestra La memoria de Medina Azahara, una exposición que reúne en el Museo de Bellas Artes cartas, fotografías y piezas relacionadas con el arte califal y con la realidad histórica del yacimiento, desde las primeras intervenciones realizadas hasta 1926. Además, la muestra homenajea a Rafael Romero Barros, que dirigió el Museo Arqueológico Provincial; Ricardo Velázquez Bosco, que trabajó como arquitecto director de las excavaciones del yacimiento; Mateo Inurria, que fue restaurador; y Enrique Romero de Torres, que fue delegado regio de Bellas Artes; cuatro personajes ligados a "la intrahistoria de la ciudad palatina, cada uno de ellos puso su granito de arena para que ahora podamos ver Medina Azahara", expuso la consejera de Cultura de la Junta, Rosa Torres, en la presentación de La memoria de Medina Azahara.
La exposición, organizada con motivo de la apertura de la Sede Institucional de Medina Azahara, que inaugurará la Reina Sofía el próximo viernes 9, muestra a través de documentos, fotografías y cartas hitos importantes relacionados con el conjunto arqueológico, desde las actas de adquisición de los terrenos del yacimiento por parte del Estado en la dehesa de Córdoba la Vieja, hasta cartas entre distintas personalidades en las que hay "ese derecho de tanteo de hacerse con una pieza de los que se estaba hallando", explicó la consejera.
A través de un recorrido cronológico se observa lo que "estos cuatro hombres aportaron para que esa ciudad escondida, tapada con un velo de tierra durante nueve siglos, fuese emergiendo". Los documentos expuestos proceden de los fondos del Museo de Bellas Artes y están relacionados con las primeras intervenciones realizadas en la ciudad palatina.
Entre el material que compone la muestra destaca también la colección de instantáneas realizadas por el fotógrafo Adrián Serrano y que ilustran los primeros momentos vividos en el yacimiento arqueológico, además de una basa, un capitel y un panel con fragmentos de atauriques que pertenece a la colección de la familia Romero de Torres y que en 1991 pasó a formar parte del Bellas Artes.
La memoria de Medina Azahara se completa con los bocetos a lápiz con los que el escultor Mateo Inurria registraba los hallazgos que se iban realizando en el conjunto arqueológico. Estos papeles bosquejan restos de cornisas y capiteles, apuntes sobre azulejos y otros elementos arquitectónicos. Estos apuntes conforman un cuaderno de dibujos que la Consejería de Cultura acaba de editar en versión facsímil en el marco de la inauguración de la Sede Institucional de Medina Azahara.
Por otra parte, Torres aclaró que la inauguración del centro de interpretación supone "poner al servicio de los estudiosos un equipamiento que ofrece la posibilidad de ir investigando" a través de "unos grandes laboratorios". El visitante incluso podrá asistir en algunos casos a trabajos de restauración. Esta nueva sede también incluye un auditorio con capacidad para 200 personas, que "será punto de encuentro de científicos e investigadores", un aula didáctica, y una exposición que utiliza las nuevas tecnologías y los paneles para situar al visitante en el contexto histórico de la ciudad palatina.
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