Cultureando: “Un buen libro puede salvarte la vida en tus peores momentos, conmigo lo hizo”
Redes sociales
Desde Córdoba surge este fenómeno de Instagram, que apuesta por hablar de cultura “de una forma sencilla, divertida y gamberra”
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Tener más de 615.000 seguidores en Instagram en apenas dos años y medio, y sin que se adivine techo alguno, puede provocar algún temblor que otro antes del dar el click final para publicar una storie o un post. Sobre todo si se trata de una persona anónima que, de la noche a la mañana, y para exprimir las horas de esos interminables días que dejó la pandemia, convierte Cultureando en una cuenta referencia a la que siguen famosos de todo tipo y, sobre todo, mucha gente de la calle, también del otro lado del charco, que encuentran en sus publicaciones una motivación para mejorar, sonreír o evadirse de los quehaceres diarios; en definitiva, para “compartir” y “aprender” los unos con los otros, una retroalimentación “constante” entre creador y seguidores.
“De la tierra de Julio Romero” para el mundo se presenta una cuenta anónima, que prefiere seguir así, fuera de los focos, para que sus publicaciones sean realmente lo importante y evitar etiquetas. En ellas aparecen desde frases que invitan a la reflexión, con o sin imágenes, encuestas que obligan a darle una vuelta a los conocimientos que uno cree adquiridos, rankings propios sobre diversos temas, especiales sobre personajes ya conocidos… todo con un sabor a cultura, en sus múltiples versiones, de la que se habla “de una forma sencilla, divertida y gamberra”. Quizás eso sea la razón de un éxito que aún tiene mucho público por captar, sobre todo entre los más adolescentes, pero que ya se ha convertido en todo un fenómeno de Instagram. ¿Lo sigues? Si aún no lo haces, aquí van algunos motivos más para hacerlo cuanto antes.
-¿Cuándo surge la idea del proyecto y cuál era la primera intención en aquel momento?
-A mediados de 2020, en plena pandemia. El arte me demostró una vez más su poder curativo. Todos nos refugiamos en series, películas, música y libros para olvidar por unas horas la distopía que se estaba viviendo en todo el mundo. Observé que en una plataforma tan grande como Instagram no existía un espacio para hablar de cultura de una forma sencilla, divertida y, por qué no decirlo, gamberra. Fue así como empezó toda esta aventura.
-"No creas todo lo que piensas" fue el mensaje de aquella primera publicación. Eso invita a la reflexión ya desde el primer momento.
-Preocuparse es humano. Estamos programados para ello, para anticiparnos a los peligros y ser capaces de generar un plan B, en caso de que lo que nos da miedo que pase, termine ocurriendo. Pero la estadística está de nuestra parte. Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) refleja que, de media, el 91% de las preocupaciones de las personas no se hacen realidad. La investigación se ha realizado con una treintena de personas que sufren trastorno de ansiedad generalizada, quienes escribieron en un papel todo lo que les preocupaba durante un mes. Algunos sujetos del estudio no vieron que se hiciera realidad ni una de sus preocupaciones.
-¿Por qué decidió ser un personaje anónimo desde el principio?
-Por varios motivos… El primero de ellos es que considero que hay una saturación de influencers en las redes sociales, posando con lo que van a desayunar, dónde van de viaje y compartiendo una felicidad que, según mi criterio, está muy sesgada por infinidad de motivos. Otra razón era evitar que me etiquetasen según mi edad, color de piel, sexo, género, estudios... En Cultureando dirijo toda la atención a la cultura, que es la actriz principal y está presente en todas las personas y su historia. Yo solo llevo la parte del guion y, a veces, me deja decidir su atrezzo.
-El logo ya es llamativo en sí mismo. ¿Por qué una a del revés?
-Es un guiño a mi dislexia. Entre los cinco y seis años, las personas con dislexia suelen emplear las letras en espejo. Es decir, confunden la p con la q o la d con la b. Uso la a invertida como alegoría a esa etapa escolar tan maravillosa. También la uso como símbolo del comienzo, por su parecido a la letra alfa. Es una llamada de atención, una reivindicación de que se puede hablar de cultura de una forma sencilla y accesible para todo el mundo.
-¿De qué tema le ha costado más hablar en estos más de dos años?
-Un tema bastante difícil de enfocar fue un especial que hice sobre Jesús de Nazaret en la Semana Santa del pasado año. Hablar ante más de medio millón de personas de 15 países hispanohablantes desde una perspectiva histórica, cultural y religiosa es bastante arriesgado. Sentí que me metía en un campo de minas con un detector recién estrenado. Pero salió genial. Tenía datos contrastados, indicando fuentes de información y, lo más importante, sin herir nunca ningún tipo de sensibilidad.
-¿Cuáles son los temas culturales favoritos de sus seguidores?
-A las personas les encanta que las sorprendan con curiosidades sobre costumbres o datos históricos que forman parte de su día a día y que, hasta justo en ese momento, no sabían que tenían una explicación tradicional o científica, en definitiva, cultural.
-Póngame algún ejemplo.
-Pues que las dos protuberancias que hay en las boquillas de la cerveza tienen una función esencial. La que pega a la base es para que, al servirla, eche espuma. En cambio, la que pega más al borde es para que no eche.
-¿A quiénes le gustaría llegar con Cultureando?
-Aunque representan el 20% de mis seguidores, me gustaría que hubiese más presencia adolescente que esté enamorada de la cultura. Creo que es una tabla de salvamento esencial en una etapa tan cegadora. Tengo más que comprobado que un buen libro es como un cinturón de seguridad: puede salvarte la vida en tus peores momentos. Conmigo lo hizo.
-¿Por qué cree que existe esa antipatía generalizada con todo lo que tiene que ver con la cultura?
-Más que antipatía, yo creo que se trata de desconocimiento. No de la cultura en sí, sino de lo maravilloso que es aprender cualquier cosa en general.
-Me habla de desconocimiento. ¿En qué se basa?
-Pocos medios fomentan la cultura, principalmente. Veo muy poca representación de la cultura, en general. Tenemos un sistema educativo que cada vez tiene más presente la importancia de la cultura, pero vivimos en una sociedad en la que no se fomenta el placer de aprender. En cierta parte creo que, al haber llegado hasta aquí, tengo una responsabilidad hacia las personas que buscan consumir cultura de calidad.
-¿Qué hace especial a Cultureando respecto a otros canales culturales?
-La cultura la hace la gente y, bajo esa premisa, siempre escucho a quienes me siguen sobre de qué temas quieren que hable o investigue. Existe una constante retroalimentación, contesto a cada uno de los mensajes privados que recibo y es ahí donde nace el debate, compartimos impresiones y, sobre todo, aprendemos mutuamente.
-Compartir, qué bien suena. Porque al final, todos podemos aprender de todos.
-Siempre. Es la esencia de Cultureando. Las personas debemos aprender las unas de las otras, compartir. Creo firmemente que ese es el camino. La cultura es el medio para ser mejores personas y conscientes de la realidad.
-Le siguen desde Pablo Alborán, Miguel Ángel Silvestre, Rossy de Palma, Andreu Buenafuente, Paula Echevarría, Vanessa Martín y un largo etcétera. ¿No le impresiona?
-A veces da un poco de vértigo pararte a pensar hasta dónde pueden llegar tus pensamientos o reflexiones, pero me ocurre lo mismo cuando me escriben desde la otra punta del mundo… Pienso, ¿esto es real?, pero luego imagino que me van a leer familiares o amigos y me tranquiliza. Es la única manera de que no me tiemble el pulso a la hora de publicar.
-Nadie sabe su edad, su sexo ni su lugar de origen. ¿Alguna pista?
-De la tierra de Julio Romero...
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