Fallece a los 75 años Alfonso Pérez Sánchez, académico y ex director del Museo del Prado
El catedrático de Historia del Arte era desde 1991 director honorario de la pinacoteca madrileña

Alfonso Pérez Sánchez, director del Museo del Prado durante siete años, entre 1983 y 1991, y desde ese año director honorario de la institución, falleció el pasado sábado en Madrid a los 75 años, tras una larga enfermedad.
Académico de la Historia y de Bellas Artes, además de catedrático de Historia del Arte, Pérez Sánchez murió a última hora de la tarde en el servicio de urgencias del Hospital de Madrid, adonde fue llevado desde su domicilio al agravarse su estado de salud. La capilla ardiente quedó instalada en el Tanatorio Norte de Madrid.
Pérez Sánchez nació en 1935 en Cartagena, donde realizó parte de los estudios de bachillerato, que completó en Valencia, ciudad a la que se trasladó su familia.
En 1952, en esta misma ciudad, inició los estudios de Filosofía y Letras. Tres años después, en 1955, se traslada a Madrid, donde finalizó la carrera y se matriculó en la Escuela Oficial de Cine, otra de sus grandes pasiones, en la especialidad de Dirección. Allí coincidió con cineastas como Patino, Picazo y Summers, pero finalmente no obtuvo la titulación. Una vez finalizada la licenciatura, en junio de 1963 leyó su tesis doctoral, publicada dos años después.
Profesor de Historia del Arte en la Escuela Oficial de Cine, ejerció también la docencia en el instituto Ramiro de Maeztu y en la enseñanza privada con cursos preuniversitarios.
A su regreso a España desde Alemania, donde fue becado, entró a trabajar en el Museo del Prado en octubre de 1961, tarea que compaginó con la enseñanza universitaria. En 1967 obtuvo la agregaduría de Arte Moderno y Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid, de donde pasó, en 1973, a la Cátedra de Historia del Arte de la Autónoma, de la que llegó a ser vicerrector de Extensión Universitaria.
En 1971 aceptó la subdirección del Museo del Prado, cargo que le ofreció el director de entonces, Javier de Salas, manteniéndose en el puesto hasta octubre de 1981, fecha en la que dimite al no estar de acuerdo con el nombramiento de Federico Sopeña como director. Dos años después sustituye a Sopeña, al aceptar la dirección de la pinacoteca que le ofrece el ministro de Cultura Javier Solana.
Durante su mandato al frente del Prado organizó, entre enero y marzo de 1990, la exposición sobre Velázquez, una de las más exitosas, en cuanto a número de visitantes, de la reciente historia del museo. En 1991 dejó el cargo y fue nombrado por Jordi Solé Tura, ministro de Cultura, director honorario de la pinacoteca.
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