La Fundación Gala elige a los 15 residentes del próximo curso

La Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores ha hecho pública la relación de jóvenes que forman su duodécima promoción. Son 15 creadores, ninguno de ellos de procedencia cordobesa, que iniciarán el curso el 1 de octubre en la institución de la calle Ambrosio de Morales.

El largo proceso de selección desarrollado por el comité encargado de elegir a los jóvenes, que tuvo como última fase las entrevistas personales, ha deparado una relación en la que hay cinco artistas plásticos, Yassine Chouati (Asilah, Marruecos), José María Hevilla Villalobos (Coín, Málaga), Rafael Laureano Martínez González (Sevilla), Javier Sande Iglesias (Noia, La Coruña) y Sebastián Velasco Navarro (Burgos), y una artista visual, Candela Sierra Sánchez (Ronda, Málaga). Los escritores elegidos son Natalia Castro Picón (Villaviciosa de Odón, Madrid), Grethel Delgado Álvarez (La Habana, Cuba), Alberto Guirao Alcón (Madrid), Erico Gutiérrez Barruetabeña (Santoña, Cantabria), Martín Izquierdo Verde (Soria), Ciro Korol López (Rosario, Argentina), Katarzyna Lebiedzinska (Wroclaw, Polonia) y Emilio José Serrano Loba (El Puntal, Murcia), y como representante del ámbito musical estará Rubén Jordán Flores (El Campello, Alicante). En esta ocasión no ha sido admitido ningún investigador.

Son ya en torno a 200 los jóvenes que han pasado por el antiguo convento del Corpus desde que la institución iniciara su andadura en el curso 2002/2003, con una primera lista en la que figuraban los escritores Gonzalo Escarpa, Juan Manuel Gil y Víctor de la Nuez, los artistas Alexis Amador, María Cruces y Ramón David Morales y la guitarrista Noelia Reverte, entre otros.

Por otra parte, la fundación mantiene instalada hasta mañana la exposición Undécima promoción, que recoge obras de los artistas plásticos de la última temporada. "Yo no tengo ya otra forma de felicidad que la vuestra", dijo Gala en el acto de clausura. El escritor propuso a los jóvenes un pacto de felicidad desde su posición de "abuelo que sólo tiene un oficio: querer". Una labor que, reconoció, le resulta "relativamente cómoda" y que, considera, está llevando a cabo "bastante bien".