Gala anima a sus becados a buscar la paz interior como camino a la victoria
El escritor inaugura el nuevo curso de la Fundación Antonio Gala con una charla en la que asegura que a estas alturas prefiere "ser el abuelo al padre" e invita a los 15 residentes a caer en el "exceso"
Visiblemente emocionado y con un carácter más tierno y menos irónico del que suele ser habitual en él, Antonio Gala inauguró ayer la undécima promoción de su fundación lanzando varios mensajes a sus residentes. El principal: "Tened por lema que la paz es preferible a la victoria. La paz interior es lo único que conduce a la victoria porque es superior a ella".
El escritor, con un tono de voz casi inaudible, explicó a los 15 jóvenes creadores que este curso vivirán en el convento del Corpus Christi que "Córdoba es una ciudad muy diferente, una ciudad para ser amada". "Llegáis a una ciudad que os ama como yo os amo", puntualizó.
Gala confesó que ya se siente más abuelo que padre para sus residentes, algo que prefiere "porque al abuelo se le necesita más" y les dio permiso para caer en el "exceso". "No os invito a la santidad, os invito al exceso", añadió.
No faltó una referencia a la fecundación cruzada en esta charla, algo "esencial" en la Fundación Antonio Gala para que "las partes se mezclen y sin daros cuenta os estáis multiplicando los unos con los otros".
Así, el autor de El manuscrito carmesí animó a los becados a relacionarse entre sí para que al final del curso abandonen la fundación "formando parte de un rebaño" que se tendrá que enfrentar a los lobos. "Pero los corderos pueden acabar con los lobos. Balad fuerte, sed corderos valientes", manifestó. Además los incitó a "buscar la paz y la verdad de cada uno" y a sentir que "la creación está por encima del éxito, por encima del pedestal".
Para finalizar su intervención, Gala recitó emocionado unos versos de un fandango de Huelva del compositor y cantaor Paco Isidro: "Aunque me voy no me voy, aunque me voy no me ausento, aunque me voy de palabra pero no de pensamiento".
Por otra parte, antes de comenzar el acto el autor de La pasión turca habló sobre las memorias que está escribiendo. "Ya no soy el de la memoria. El de las últimas sí, el del cáncer sí, pero el loco que creaba rodeado de pintores en Florencia, ese ya no soy. Lo veo lejano y me enternece porque veo que he sido un niño no muy querido", expuso. Gala matizó que esta es una forma de desahogarse y además "como escritor te satisface", aunque añadió que cree que no le "va a dar tiempo a acabarlas" porque se encuentra "mal" de salud y espera "que acabe pronto todo esto".
La undécima promoción de la Fundación Antonio Gala está formada por 15 jóvenes. Este año se ha concedido la beca de investigación sobre la obra del escritor cordobés a Clara Cobo (Aranda del Duero, Burgos). Además hay tres escultores -Carlos Iglesias (Madrid), Daniel Schweitzer (La Palma) y Guillermo Fournier (Costa Rica)-; cuatro pintores -Rafael Jiménez (Córdoba), Gabriela Gallego (Barcelona), Lidia Sancho (Soria) y Carlos Martínez Sagrera (Madrid)- y siete escritores -José Manuel Cuéllar (México), Iván Canet (Valencia), Marta Pino (Madrid), Francisco David Ruiz Caballero (Córdoba), Elvira García Vidal (Irún, Guipúzcoa), Ignasi Mena (Barcelona) y Alejandro Martín (Plasencia, Cáceres).
Además, ayer se inauguró en la fundación la exposición de pinturas y collages Oraciones a la luna, del artista plástico Pepe Agost, que estará abierta hasta el 6 de noviembre.
No hay comentarios