“Nunca se ha tocado tan bien la guitarra clásica como ahora”

Javier Riba. Guitarrista clásico

El intérprete cordobés participa como solista en el concierto en el que el Festival de la Guitarra homenajea a Leo Brouwer por su 80 cumpleaños

Javier Riba posa con su guitarra. / Laura Martín

El guitarrista clásico Javier Riba participa como solista este viernes en el Gran Teatro en el concierto de homenaje a Leo Brouwer por su 80 cumpleaños que ha preparado el Festival de la Guitarra. El programa comenzará con Rondas, refranes y trabalenguas y Son Mercedes, compuestas por el músico cubano y que serán interpretadas por el Coro Brouwer. En la parte central, Riba actuará junto al Cuarteto de Cuerdas de La Habana las Baladas del Decamerón Negro, para guitarra y cuarteto de arcos, también escritas por Brouwer.

A esto seguirá el Homenaje a Manuel de Falla para guitarra y orquesta, de Alexandre Tansman con orquestación de Angelo Giraldino, que se estrenará en España. Aquí el guitarrista cordobés tocará junto a la Orquesta de Córdoba y bajo la dirección de Carlos Domínguez-Nieto. Cerrará el programa el Aleluya por Córdoba, de Brouwer, con la actuación del Coro y la Orquesta.

–¿Qué significa para usted Leo Brouwer?

–Es una de las figuras más reconocidas de la música latinoamericana. Para mí está situado al nivel de figuras como Ginastera o Villalobos con la singularidad de que él es guitarrista o se formó como tal y con el valor añadido de que estuvo muchos años en Córdoba. Tuve la suerte de tratarlo personalmente, de aprender con él y disfrutar de los conciertos que programaba con la Orquesta de Córdoba. Entonces, por un lado es una persona muy cercana a la que le tengo mucho cariño y aprecio y, por otro lado, soy consciente de la dimensión artítica que tiene.

"La situación de bonanza de la música clásica que vive Córdoba se debe en parte al trabajo que hizo Leo”

–¿Qué ha aportado a la música de esta ciudad?

–Fue el primer director titular de la Orquesta. En el mundo de la música clásica y sobre todo contemporánea situó a Córdoba en el mapa. De repente muchos críticos, músicos y revistas especializadas pusieron su mirada en una ciudad de Andalucía como Córdoba. Le debemos mucho a Leo porque cuando estuvo aquí ya era una figura muy reconocida y su sola presencia despertó interés en los círculos musicales. Además, se implicó mucho en la ciudad ayudando a jóvenes músicos, llevando la música a los barrios y las calles... Creo que, de alguna manera, la situación que vive Córdoba de cierta bonanza de la música clásica se la debemos al trabajo que realizó Leo en los años 90, cuando Córdoba era un páramo musical. La ciudad ha sufrido una revolución musical en los últimos años y, aunque no se le puede atribuir a él toda la responsabilidad, sí que tiene gran parte de culpa.

–¿Cómo era la relación de Brouwer con los jóvenes músicos?

–Es curioso porque siendo una persona muy reconocida y además un intelectual de gran altura, se bajaba digamos al barro de los barrios, de la gente, del flamenco... Era muy cercano y colaboró con muchos músicos. En aquella época conoció a Vicente Amigo, que era muy joven, y Leo se encargó de la orquestación de Poeta. Yo también tuve la suerte de contar con él. Mis primeros conciertos como solista con la Orquesta de Córdoba fueron iniciativa suya. Recuerdo cuando hice su arreglo de la Iberia de Albéniz para guitarra y orquesta. Incluso algunas de las primeras veces que toqué en el Festival de la Guitarra, siendo muy jovencito, también de alguna manera él estaba entre bastidores y promovió que yo tocase. A toda la gente joven con cierto talento siempre la ayudaba.

–Ha tocado varias veces con la Orquesta de Córdoba y con otras sinfónicas. Desde su experiencia, ¿qué nivel tiene?

–Es una orquesta de formato medio con unas características muy interesantes; en cierta forma por el trabajo que se hizo con Leo Brouwer. Es una orquesta muy versátil, muy ágil y con unos músicos excelentes. Me alegro mucho de que haya superado los malos momentos por los que pasó. Está consolidada y tiene el apoyo de la ciudad.

"No hay suficientes espacios para dar salida a tanto talento"

–¿Qué momento vive la guitarra clásica?

–La guitarra es un instrumento que ha encontrado su sitio en todos los estilos (pop, jazz, flamenco...), pero uno de los más arraigados es el llamado clásico, que según la literatura del instrumento va del Renacimiento hasta nuestros días. Es un estilo que se estudia en los conservatorios, es una guitarra académica, pero le falta público. Por otra parte, parece que se ha recluido en este mundo de los festivales de guitarra y a veces cuesta salir de eso. Es decir, es un instrumento muy endogámico. La guitarra clásica vive ahora su mejor momento en los cotos de los festivales de guitarra. Es algo que ojalá se pueda sobrepasar, llevarla a otros ámbitos y que tenga un público más amplio.

–Es profesor en el Conservatorio Superior de Música, ¿qué nivel ve en los jóvenes guitarristas?

–Posiblemente nunca se ha tocado tan bien la guitarra clásica y nunca ha habido tantos guitarristas y tan maravillosos. Creo que esto es producto de varios factores. Primero, la guitarra es un instrumento que se incorporó a la enseñanza académica no hace mucho tiempo. El violín o el piano tienen siglos de tradición en los conservatorios, sin embargo la guitarra se incluyó en España a partir del año 40 del siglo XX. Y en otros países europeos después. Luego, gracias a internet circula mucha información y hay muchos chavales que están tocando muy bien. Lo que no hay son suficientes espacios para dar salida a tanto talento. Es decir, nunca se ha tocado tan bien ni ha habido tan pocas opciones para desarrollar una carrera.

–¿Tiene ahora algún proyecto?

–Junto a tres solistas más, voy a formar parte del Cuarteto Clásico de Andalucía. Lo presentaremos en Sevilla en septiembre. Luego, seguir investigando y tocando. Tengo algunos conciertos interesantes, como uno en la Casa-Museo Manuel de Falla de Granada.

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