Luis Landero: "En la novela española no aparece mucho el humor, a pesar de tener a Cervantes como padre fundacional"

Feria del Libro de Córdoba

El escritor extremeño presenta su nueva novela cómica, 'Una Historia Ridícula', en la Feria del Libro de Córdoba

El escritor Luis Landero. / Juan Ayala

En esta conversación, Luis Landero hace de Marcial, pero Marcial no es Luis Landero. Por lo pronto, hasta el ecuador de la misma. Landero (Alburquerque, 1948) simplemente le da voz a Una Historia Ridícula, protagonizada por un personaje peculiar, enamorado de una mujer de clase superior y cuya "música" sonaba en la memoria de este escritor desde hace 40 años -tiempo en el que escribió las primeras líneas-, hasta que la recuperó en marzo de 2020, "no tenía nada mejor que hacer, me acordé y dije voy a tirar de ella". Ya publicada, Luis Landero atiende a El Día antes de presentar su nueva novela en la Feria del Libro de Córdoba.

-¿A quién le hago la entrevista, a Marcial o a Luis Landero?

-Preferiría que se la hicieras a Marcial, porque el otro está ya un poco cansado de responder lo que no debe, pero me temo que me la vas a tener que hacer a mí.

-Tendría que salir el personaje del libro.

-Claro, pero es él el que tendría que contestar. Esto lo he dicho muy enserio porque yo lo único que he hecho es ser un intermediario, procurando mantenerme al margen todo lo que he podido y darle vida a él, que es el que actúa ,el que hace, el que piensa y yo solamente soy un copista, alguien que pasa a limpio sus pensamientos y sus actos. No más.

-Marcial empieza el libro: "No creo pecar de orgullo si comienzo diciendo que soy un hombre con ciertas cualidades...,educado, culto y buen conversador..., en otros tiempos tuve un buen puesto de trabajo y un piso en propiedad". Esta presentación del personaje es un poco ridícula y a la vez es un poco tierno.

-Eso es lo que yo creo, pero a mí me están sorprendiendo mucho los lectores porque cada uno ve de una manera distinta a Marcial. Yo no sé por donde pillarlo porque cuando uno escribe lo hace desde un punto de vista irracional, un poco instintivo, pero cuando habla de él tiene que racionalizar lo que se ha escrito desde la intuición y eso es muy difícil, en tanto que cuando uno habla está intentando establecer unas leyes lógicas que no se dejan prensar por la lógica. Lo único que puedo decir como emisario, como testaferro de Marcial, es que a mí me cae bien.

-Diría que se identificar con la figura del "bufón" tan representado en la literatura española.

-Sí, yo creo que sí. Tiene mucho de cómico, de bufonesco, y en la medida que es un bufón puede decir ciertas verdades que de otra manera no podría. En el teatro clásico, en Shakespeare, en Lope, desde siempre los bufones son los que tienen la potestad para poder decir verdades que no se le concedería a otros.

-Es un personaje desacomplejado, "sin estudios superiores", que cree firmemente que por tener una licenciatura universitaria no se tiene más valía.

-Y es cierto, no significa gran cosa. Mira, es que al final con las personas que yo me he relacionado toda mi vida ha sido gente no ilustrada, porque no la había en mi familia, que eran todos campesinos, luego con emigrantes de Extremadura a Madrid que pasaban por mi casa, estuve trabajando en muchos sitios y en el mundo laboral tampoco había gente ilustrada, me dediqué al mundo de la farándula porque fui guitarrista flamenco, y tampoco...;Los personajes de mis novelas son gente a medio formar, me salen de un modo más natural las personas que no son intelectuales, pero que tienen una culturilla que se han hecho ellos y que en parte se nutre de la cultura popular.

-Los actores suelen decir que la comedia es un género muy complicado de hacer, ¿también lo es para escribir una novela?

-Es posible, sobre todo cuando quieres que el humor tenga cierta hondura, cierta finura, que no sea el jaja-jiji que se sostiene en chistes. Hacer una comedia inteligente, como El Apartamento de Billy Wilder, es muy difícil. Es verdad que en la literatura española en general, y en la novela, no aparecen muy a menudo la comedia y el humor, a pesar de tener como padre fundacional a Cervantes.

-Esto es una inquietud un poco personal, ¿Cómo es el proceso de creación de una novela? No sé si tenéis una pizarra...

-Hay dos tipos de escritores: unos muy rigurosos tipo Flaubert que tienen una escaleta y todo controlado al milímetro; y luego hay otros que se lanzan más a la improvisación, entre comillas, porque quien escribe un relato sabe más o menos lo que va a pasar, no puede ser de otra manera. Yo tengo un plano general, un esbozo y cada escena tiene su momento creativo. Por poner otro ejemplo, Vargas Llosa escribía sus novelas a vuela pluma, se ponía a escribir a lo bestia y luego empezaba a quitar y corregir. En mi caso, cada hoja que escribo es prácticamente definitiva. Lo difícil es traducir el argumento en palabras, es decir, crear el personaje, las atmósferas, el tiempo, el espacio, el ritmo...;

-¿Usted escribe todos los días?

Sí. Hay días que me sale y otros días que no, pero siempre estoy a pie de obra. Para escribir una novela hay que ser tozudo como una mula para que las musas terminen acudiendo. Si no estoy inspirado ese día, ahí sigo, dándole vueltas, y a menudo esos días que son improductivos en el fondo no lo son porque gracias a ese esfuerzo que haces, la escritura fluye días después.

-He escuchado a Arturo Pérez-Reverte decir algo parecido, definiéndose como un "escritor de novela profesional", con sus horarios y demás.

-Me pasa exactamente lo mismo que a Arturo, los de la inspiración son los poetas, aunque de todos modos también existe en la prosa. No sé qué es la inspiración, quizá la palabra está venida a menos y suene un poco a añejo, pero existe. Hay un momento en el que conectas con la historia, algo cede, y entonces la escritura de pronto se desborda.

-¿Cuántas novelas ha empezado y no han sido terminadas?

-Muchas, muchísimas, pero no son tanto las novelas, como el gusto por escribir. Si no tengo una novela en marcha escribo de lo que se me ocurra. Y si uno escribe todos los días encuentra cantidad de temas para escribir sobre ellos y siempre tiene un catálogo para poder ampliar. Tengo docenas y docenas de cuadernos escritos donde no escribo por hacer obras sino por el gusto y porque no sé vivir sin escribir.

-¿Que escribe a mano o en ordenador?

-A mano, siempre he escrito así y sigo.

-Supongo que tendrá usted la casa llena de folios.

-Sí, pero como siempre ha pasado a los escritores hasta que se inventó el ordenador. Escribo a mano, que es como me gusta, porque tiene una cosa artesanal y es como yo me apaño mejor.

-Y a la hora de leer, ¿Se ha pasado al ebook?

Un poco las dos cosas, porque si viajo prefiero llevar los libros en la tableta, pero prefiero el libro físico porque además tengo mi ritual con el papel, tomo notas, subrayo, me gusta más el tacto físico, el olor. Pero vamos, tampoco le hago ascos a lo otro.

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