Mariano Ozores admite que nunca tuvo "valor" para meterse con Franco

El ganador del Goya de Honor afirma que le gustaría hacer una película sobre Podemos

Ozores, ayer, en la rueda de prensa.
Ozores, ayer, en la rueda de prensa.

"Nunca me metí con Franco, no tenía valor", admitió ayer el director y guionista Mariano Ozores, que aseguró que le gustaría realizar una película sobre Podemos en un encuentro con la prensa organizado con motivo del Goya de Honor 2016 que recibirá el próximo 6 de febrero, con el que la Academia de Cine reconoce su trayectoria.

Ozores, de 89 años de edad, compartió con la prensa sus impresiones por haber sido merecedor de este reconocimiento que, a su juicio, "llega tarde, aunque llega", algo que agradeció a Antonio Resines, presidente de la institución.

Preguntado por las críticas que recibió durante la Transición por su opinión sobre la llegada del socialismo a la política, señaló que "era normal que los partidos se enfadasen" cuando realizaba "parodias". Sin embargo, admitió que nunca se atrevió a meterse ni con Franco ni con la Iglesia. No obstante, precisó que no se siente franquista y considera que era una "necesidad de la sociedad en ese momento, como ahora es Podemos".

En este sentido, aseveró que ahora le gustaría hacer una película sobre Podemos, "sobre un grupo de gente que se reúne y monta un partido político". El actor que a su juicio mejor interpretaría al "jefe" de la formación, Pablo Iglesias, sería José Luis López Vázquez. "Sería un acierto", exclamó.

"La actualidad política está en Podemos y en Ciudadanos. El pueblo se ha lanzado a la política, eso es gracioso. Lo piensas un poco y es para partirse de risa", dijo el director y guionista, que aseguró que en el cine "nunca se habla de política" ni él "nunca" ha contratado a un actor por un matiz ideológico. Por este motivo, tal y como destacó, mantenía muy buena relación con Luis García Berlanga.

En cuanto al cine español actual, Ozores ve en la saga de Torrente elementos de su propia cosecha: "Es una exageración de las mías". Respecto a Ocho apellidos vascos y Ocho apellidos catalanes, opina que es "el cine que hay que hacer ahora". "Es una crítica al lenguaje y le gusta al público, que es lo importante", considera.

Ozores admite que la crítica "nunca" le trató bien. Además, la única ocasión en la que la prensa tuvo buenas palabras para su cine, con La hora incógnita (1963), contrastó con el fracaso comercial de la cinta, algo de lo que aprendió mucho: "No hace falta gastar mucho dinero en una película, hay que ser ingenioso".

Ozores cree que "se hace cine para el público, no para satisfacerse a uno mismo". "Todo lo que soy y fui, a él le debo todo lo que tengo", añadió.

Por ello, considera que el cine de autor "es bueno si es divertido". En España estas cintas son "muy aburridas" y por ello el público las rechaza.

A lo largo de su trayectoria ha realizado siempre las películas que ha querido y no tiene "ningún recuerdo malo de ninguna película". Además, si tuviera que citar algún ingrediente esencial en su trabajo, ese sería la diversión. "Señores, vamos a hacer una película y de paso vamos a divertirnos", decía habitualmente a su equipo.

En el discurso que pronunciará el 6 de febrero hablará de los actores que han participado en sus más de 90 películas, entre los que destaca a Gracita Morales, Fernando Esteso y Andrés Pajares.

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