Morante fracasa contra seis toros mansos, feos y sin garantías

La falta de raza impide el triunfo del diestro de La Puebla en su encierro con seis 'zalduendos'

Juan M. Núñez (Efe)/ Zaragoza

13 de octubre 2008 - 05:00

Morante pegó un petardo. Pero los que de verdad fracasaron fueron sus veedores, pues no puede haber en el campo toros más feos de hechuras y con menos garantías para embestir que los seis que saltaron ayer al ruedo de La Misericordia. Si el toro no está en tipo, lo lógico es que no embista. Y a Morante ayer no le embistió ni uno de los seis.

No se trata de buscar disculpas por su fracasada tarde. No estuvo bien. Pero tampoco estuvo corriendo, ni volvió la cara, ni le asaltaron dudas en los seis trasteos. Acaso flaqueó de ánimo en el zalduendo que hizo quinto, al comprobar que en las probaturas el toro no se entregaba. Se le iba la tarde sin el triunfo deseado. Nervios por la falta de raza y acometividad en los toros. Morante venía a encerrarse con seis y se encontró con una encerrona. Menuda la que le prepararon con los seis mansos, a cual peor para hacer el toreo.

La tarde transcurrió para el torero entre un quiero y no me dejan. Tampoco el tendido perdía la ilusión. Las palmas por bulerías antes de salir los tres últimos lo dicen todo. La gente tenía ganas de ver triunfante al torero de La Puebla del Río. Pero esta vez sólo pudo estar en detalles aislados: en el primero, dos lances por el derecho y dos trincheras en la apertura de faena.

Pasó de puntillas con el mulo segundo. Torerísimo inicio de faena a dos manos y sobre las piernas con el altón tercero, al que terminó tocándole las orejas para cortarle el viaje, lo que enfadó mucho al personal. Cosas notables en el cuarto, como dos lances a la verónica y una media de cartel, pero la faena de muleta no tomó altura por la falta de raza.

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