Muere a los 70 años Joe Cocker, el cantante de la voz desgarrada

Un cáncer de pulmón acaba con la vida del artista, uno de los referentes del Festival de Woodstock y que alcanzó fama mundial con canciones como 'Up where we belong'

Cocker, en un concierto en 2005.
Agencias Londres / Madrid

23 de diciembre 2014 - 05:00

El cantante británico de rock Joe Cocker murió ayer a los 70 años tras una dura batalla con un cáncer de pulmón, informó su productora en un comunicado. Cocker será recordado como el intérprete blanco con voz y alma de negro por su forma de interpretar.

Cocker nació en Sheffield (norte de Inglaterra) el 20 de mayo de 1944 y sus primeros pasos en la música los dio allí con actuaciones en pequeños clubes. Los ídolos musicales que marcaron su carrera desde sus inicios fueron, sobre todo, Ray Charles, Sam Cooke y Aretha Franklin.

Después de tocar la batería con los Cavaliers, se convirtió en el cantante de los grupos Gasborad y Vince Arnold and the Avengers, con el que realizó una gira en la que compartió escenario con los Rolling Stones, Manfred Mann y Hollies. En 1964 grabó su primer single con las canciones Georgia on my mind, del célebre Ray Charles, y I'll cry instead, de los beatles John Lennon y Paul McCartney.

Cuatro años después tuvo su primer éxito con la versión de With a little help from my friends, también de los Beatles, que le colocó en los primeros puestos de las listas de éxitos británicas y europeas. Pero su consolidación como cantante llegó con Mad dogs and englishmen, trabajo con el que comenzó unas relaciones con el cine que se mantuvieron a lo largo de toda su carrera y que contribuyeron a muchos de sus éxitos más populares.

Durante los años 60 y principios de los 70 sus canciones alcanzaron grandes éxitos. Fue muy recordado como la voz de Woodstock por su participación en este festival en 1969: tres días de "música, paz y amor". Allí interpretó varias canciones como Delta lady, Some things goin' on, Let's go get stoned y I shall be released, aunque es With a little help from my friends la interpretación que pasó a la Historia como una de las actuaciones más icónicas de aquel festival, con el que se definió a toda una generación de músicos.

En 1972, después de una gira de 65 conciertos en 57 días por Estados Unidos, cayó en una gran crisis personal a causa del alcohol y las drogas que le apartó del mundo de la canción, hasta que reapareció en 1982 con la edición de su octavo álbum, titulado Sheffield steel.

Pero el empujón definitivo se lo dio la interpretación de Up where we belong en la película Oficial y caballero (1982), cantada a dúo con Jennifer Warnes, por la que logro un Oscar.

Posteriormente completaría sus éxitos con temas como You can leave your hat on, escrita por Randy Newman e interpretada por Cocker en la película Nueve semanas y media (1985), o los álbumes Civilized man (1984) y Cocker (1986).

Su canción Unchain my heart, de 1987, coronaría definitivamente su carrera. Después siguieron One night of sin (1988), Joe Cocker live (1990) y Night calls (1991), con una nueva versión de la canción de los Beatles You've got to hide your love away, además de otras realizadas especialmente para este disco por autores como Prince o Jeff Lyne.

En 1994 publicó Have a little faith y posteriormente grabó Organic (1996), Across from midnight (1997) y No ordinary world (2000).

En 2003 celebró sus 35 años en el mundo de la música con un doble álbum titulado The ultimate collection 1968-2003, en el que reunió más de 30 éxitos de su carrera. Su siguiente trabajo, Heart and soul, se publicó en 2004 como un álbum de versiones de clásicos del soul, blues y rock de los 70, 80 y 90. Tres años después grabó Hymn for my soul, colección de temas con un sabor clásico.

Cocker participó en diferentes festivales emblemáticos, además del de Woodstock, como el de la isla de Wight en Gran Bretaña.

Sus últimos trabajos fueron el directo Live at Woodstock (2009), Hard knocks (2010), que incluía nueve canciones inéditas, Icon (2011), de carácter recopilatorio, y Fire it up (2012). Cocker destacó también por su faceta humanitaria, contribuyendo con su música a festivales como el homenaje a Nelson Mandela con motivo de su 70º cumpleaños o la conmemoración de la caída del Muro de Berlín en 1989. En los últimos años dedicaba especial atención a su fundación, Cocker Kids Foundation, para la ayuda a niños y jóvenes.

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