Niña Pastori exhibe en Córdoba su amor por los ritmos latinos

La cantante gaditana presenta esta noche su nuevo disco en el Teatro de la Axerquía

Niña Pastori, en un concierto reciente.
Niña Pastori, en un concierto reciente.

La cantaora isleña Niña Pastori regresa a Córdoba para presentar esta noche en el Teatro de la Axerquía (22:00) su nuevo trabajo discográfico, Ámame como soy, que salió a la venta el pasado noviembre. La artista de San Fernando vuelve a exhibirse con joyas prestadas y completa el álbum con tres temas inéditos que llevan su firma.

Pero a diferencia de Joyas prestadas, disco en el que revisaba canciones de sobra conocidas en España, ahora Pastori vuelve la mirada a América para sumergirse en ritmos latinos y en composiciones no tan frecuentes, para mayor lucimiento de su voz flamenca.

Por vez primera colaboran en un trabajo de Niña Pastori Rubén Blades, Juan Luis Guerra, Pancho Céspedes y Sara Baras. Y de estas colaboraciones fue surgiendo un repertorio compuesto de versiones como Hola soledad y El cantante, con Céspedes y Blades, respectivamente; La música no se toca, de Alejandro Sanz; La quiero a morir, de Francis Christian Cabrel; Remolino, de Amaury Gutiérrez, con la participación de Sara Baras; Si tú no bailas conmigo, de Juan Luis Guerra; Te quiero, te quiero, de Augusto Algueró y Rafael de León, popularizada por Nino Bravo; Usted abusó, de Antonio Carlos Marques Pinto y Jocafi; y el Ámame como soy del cubano Pablo Milanés que da título al trabajo.

Se cierra el círculo con tres temas compuestos con Julio Jiménez Chaboli: Yo tengo una cosa, Lo que yo daría y Eres tan pequeña, dedicada a la hija de ambos.

La artista revisará esta noche su nuevo álbum y ofrecerá a los asistentes una selección de temas de trabajos anteriores, entre los que figuran No hay quinto malo, Esperando verte y Raíz.

Ámame como soy es un título que define a Niña Pastori y su nuevo trabajo: es flamenco, pero hay bolero, salsa y ritmos que pueden resultar exóticos para quien esté acostumbrado a lo más estándar de su carrera. Esa inmersión en otros sonidos ya la experimentó en el álbum de 2014 Raíz, con Lila Downs y Soledad Pastorutti. Y la reinterpretación de temas ajenos la puso en la cifra de 130.000 copias vendidas de Joyas prestadas, uno de sus mayores triunfos discográficos.

Con cada uno de los artistas con los que colabora en este disco ha surgido algo distinto. De Juan Luis Guerra ya había adoptado Burbujas de amor, que fue el primer sencillo de Joyas prestadas. De Pancho Céspedes toma una composición que no lleva su firma, sino la de Amaury Gutiérrez, pero fue el cantante cubano-mexicano quien la dio a conocer y que enganchó a Niña Pastori por su letra antes que por su melodía. A Rubén Blades lo conoce desde hace largo tiempo y estuvo El cantante entre las primeras canciones que ella quiso incluir en este nuevo trabajo. Y el caso de Sara Baras es muy especial, precisamente por la fuerte amistad que las une y que se plasma en la grabación en el tema Remolino, en el que la bailaora mete los pies como si de un instrumento más se tratara.

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