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No hay que pensar al leer el titular de esta crónica en ningún tópico machista. Noelia Mota destacó sobre sus compañeros, pero no por guapa ni por ser mujer. Lo hizo porque practicó en la tarde de ayer en Montoro un rejoneo puro a la vez que bonito, dentro de la ortodoxia y tratando siempre de hacer las cosas con sentido y con mucho estilo. Destacó principalmente la completa actuación ante el primero de su lote. De principio a fin, la rejoneadora manchega, con una monta muy a la vaquera, clavo rejones y banderillas de frente sin tomar ventaja alguna, rematando su faena con un certero rejón que le llevó a cortar dos merecidas orejas. Salió con muchas ganas en su segundo, pero se topó con un animal carente de fuerza y todo se quedó en el intento. No obstante, hay que destacar que volvió a intentar hacer un rejoneo muy puro aderezado con majeza y guapeza que cautivó a los espectadores.
Raúl Martín Burgos concluyó en Montoro su temporada. Por ello brindó a su cuadrilla y colaboradores la faena a su segundo oponente. Martín Burgos es un rejoneador cuajado y que practica un rejoneo vibrante que llega mucho al tendido. Destacó en banderillas a una mano en sus dos toros y sobre todo en un arriesgado par a dos manos a su segundo.
Joao Moura hijo viene evidenciando desde que llegó al rejoneo la práctica de un toreo de la más pura línea lusa. Técnico y puro. Ello hace que todo lo que ejecuta repercuta poco en los tendidos. En la tarde de ayer se topó encima con el peor lote y, aunque cortó una oreja que algunos protestaron, dio la impresión de pasar muy de puntillas por el albero montoreño.
Tras este festejo de rejones, la feria montoreña vivirá hoy su día grande con la presencia de Ponce, Finito y David Valiente.
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