Rafael Orozco: el pianista virtuoso y romántico de Córdoba

Homenaje

El biógrafo del artista, Juan Miguel Moreno Calderón, ofrece una conferencia sobre su vida y obra en el 75 aniversario de su nacimiento y el 25 de su muerte

Cristina Casanueva, Antonio Repullo, José María Bellido, Juan Miguel Moreno Calderón y Blanca Torrent, antes de la conferencia
Cristina Casanueva, Antonio Repullo, José María Bellido, Juan Miguel Moreno Calderón y Blanca Torrent, antes de la conferencia / Miguel Ángel Salas

Los círculos musicales de Córdoba recuerdan aun con pasión la figura del gran pianista cordobés Rafael Orozco, que falleció en su residencia de Roma -ciudad en la que residía desde los años 80 del pasado siglo- en 1996, pero aun más su biógrafo y gran conocedor de su obra, el también profesor de piano Juan Miguel Moreno Calderón, que ha ofrecido una conferencia sobre la vida y obra de un virtuoso del piano como fue Orozco titulada Rafael Orozco, un andaluz universal.

La charla, que ha tenido lugar en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, se ha celebrado con motivo del 75 aniversario del nacimiento y al cumplirse los 25 años de la muerte de quien fuera el alumno más relevante que ha dado hasta el momento el Conservatorio Superior de Música de la capital cordobesa y que, además, lleva su nombre. "Se trata de recordar y homenajear a Rafael Orozco y recordar sus principales hitos", ha expuesto a el Día Moreno Calderón.

El catedrático de Piano lo tiene claro y para él Rafael Orozco es "uno de los grandes pianistas de los nacidos hacia mediados de los años 40 del pasado siglo; un pianista virtuoso y que contagiaba mucho". "Era todo menos un pianista previsible y aburrido", ha añadido.

En su conferencia, Calderón hizo un repaso de la trayectoria de Orozco, de la que dejó constancia en la biografía Rafael Orozco. El pianista vibrante, publicada por Almazara en 2016, justo cuando se cumplía el 20 aniversario de la muerte del artista. En ella recogía los referentes del artista, como su tía Carmen Flores, profesora del Conservatorio, o su relación con el pianista Alexis Weissenber o que estudió con maestros como José Cubiles. De su infancia destacó su facilitad frente a las teclas hasta que comenzó sus estudios en Córdoba y Madrid, donde vivía su familia, e inició su carrera artística a mediados de los 60 del pasado siglo.

No se ha olvidado de aludir a la grabación en 1992 de Iberia, que llevó al parisino Teatro de los Campos Elíseos o la Scala de Milán, entre otros, y que le valió llevarse el prestigioso Grand Premio Dus Dique de Francia en 1993.

Edimburgo, Praga, Osaka o Perth son algunos de los grandes festivales de piano en los que Orozco dejó su impronta, además de ser solista de orquestas como la Sinfónica de Viena, la Orquesta de París o la Filarmónica de Berlín; a ellas se suman las orquestas americanas de Los Ángeles , Chicago o Filadelfia, entre otras.

Orozco hizo cuatro discos con EMI entre finales de los 60 y principios de los 70, dos grabados en Londres y dos en París. Entre ellos figura el de los Estudios de Chopin (EMI), uno de los trabajos más reconocidos del pianista cordobés. Un trabajo, el discográfico que, a juicio de Moreno Calderón, se deberían reeditar para mostrar el excelso trabajo de Orozco a las nuevas generaciones.

Y es que, además de su intensa y prolífica trayectoria concertística, Orozco fue requerido por las grandes discográficas para protagonizar un total de 21 discos. Entre todos su trabajos destacan el ya citado los Estudios de Chopin (EMI), La integral de los Conciertos para piano y orquesta de Rachmanivov (Philips) e Iberia. Los estudios sostienen que Orozco tenía una técnica prodigiosa y como intérprete es considerado fundamentalmente un pianista romántico, algo que también defiende Moreno Calderón, por sus magistrales interpretaciones de Liszt, Schumann, Tchaikovski o Rachmaninov.

Y es que a mediado de los 80 del pasado siglo, el pianista llevaba ya algunos años apartados de los estudios de grabación. Sin embargo, en 1992 apareció Iberia, tras el que llegaron otros registros dedicados a Shubert o Falla.

Su relación con Córdoba

Moreno Calderón también ha aludido a la relación de Orozco con la ciudad de Córdoba a lo largo de su carrera. A su juicio, la ciudad "ha estado a la altura" con toda su trayectoria y todos los actos y homenajes que se celebraron mientras vivía y tras su muerte en 1996 en Roma. Así ha recordado que recibió la Medalla de Oro de la ciudad en 1986, mientras que a comienzos de los 90 recibió un homenaje del Conservatorio Superior que hoy lleva su nombre. En aquella ocasión, este homenaje partió del Gran Teatro y el Conservatorio Superior, cuyo director en aquella época era Moreno Calderón.

A todo ello, hay que añadir también el prestigioso Festival Internacional de Piano Rafael Orozco, "de los más importantes que hay en España", ha subrayado.

Con todo ello, Rafael Orozco consiguió situarse entre los intérpretes españoles más destacados de

las últimas décadas. De hecho, junto con la catalana Alicia de Larrocha fue el artista que más presencia tuvo en la escena musical internacional.

De familia de músicos, su trayectoria profesional experimentó una evolución excepcional, permitiéndole el logro de importantes premios en concursos internacionales de Europa, cuando aún era muy joven. Recibió la protección y admiración de personalidades como Karajan o Giulini y colaboró con las orquestas y los festivales más importantes durante años.

stats