La Sinfonietta de Varsovia ofrece hoy la ópera bufa de Mozart 'Così fan tutte'
La cita será en el Gran Teatro, a partir de las 21:00, con una única función
La programación lírica del Gran Teatro para esta temporada ofrece esta noche, a las 21:00, un nuevo título: Così fan tutte o La escuela de los amantes, la popular ópera bufa en dos actos compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart.
El espectáculo, que cuenta con la puesta en escena de Ryszard Peryt y la escenografía y el vestuario de Andrzej Sadowski, tendrá en el foso a la Orquesta Sinfonietta de Varsovia dirigida por el maestro Rubén Silva. Los solistas y el coro son los de la Ópera de Cámara de Varsovia, responsable de la producción que podrá disfrutarse en el Gran Teatro.
La música de Così fan tutte (Así hacen todas) fue compuesta por Mozart en 1790. Para el libreto contó con Lorenzo da Ponte, que ya había colaborado con él en Las Bodas de Fígaro y en Don Giovanni. Creada por encargo del emperador José II, la ópera se estrenó el 26 de enero de 1790 en el Burgtheater de Viena.
Para los entendidos, el interés de la obra radica en su juego de simetrías, el encanto de sus arias, sus magníficas partes de conjunto -muy abundantes en el total de la obra: seis dúos, cinco tríos, un cuarteto, dos quintetos y tres sextetos-, y la melancolía de su final feliz. Così fan tutte se ha calificado en numerosas ocasiones como una "ópera geométrica", tanto musicalmente por la disposición de sus arias -prácticamente el mismo número de ellas para todos los solistas-, como por la disposición de los personajes: tres hombres y tres mujeres.
El argumento de la historia, que se sitúa en el Nápoles del siglo XVIII, coloca frente a frente a dos parejas, Ferrando (tenor) y Dorabella (soprano) y, por otro lado, Guglielmo (barítono) y Fiordiligi (soprano). Los dos jóvenes, con el fin de ganar una apuesta, se disfrazarán para hacer cada uno la corte a la novia del otro.
Su intención es vencer el reto de Don Alfonso (bajo), un viejo filósofo que quiere poner a prueba la fidelidad de las chicas para demostrar su teoría: lo voluble del amor femenino. La galería de personajes se completa con Despina (soprano), la criada lista cuyo móvil es el dinero.
La producción que presenta la Ópera de Cámara de Varsovia en el Gran Teatro muestra, precisamente, una de las señas de identidad de esta institución: la especial dedicación que en su repertorio dedica a las composiciones del genio de Salzburgo. Prueba de ello es que la Ópera de Cámara de Varsovia es famosa por organizar desde 1991 el Festival Mozart de dicha ciudad.
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