Albert Serra logra la Concha de Oro con su retrato de la tauromaquia

 ‘Tardes de soledad’ también se lleva el Premio Feroz de los informadores cinematográficos” Patricia López Arnáiz, mejor interpretación protagonista por su papel en ‘Los destellos’

'Tardes de soledad' de Albert Serra, Concha de Oro del 72 Festival de San Sebastián
'Tardes de soledad' de Albert Serra, Concha de Oro del 72 Festival de San Sebastián / EFE
Agencias

28 de septiembre 2024 - 22:42

Tardes de soledad, la película de Albert Serra en la que sigue al torero peruano Andrés Roca Rey, se alzó ayer con la Concha de Oro a la mejor película del Festival de San Sebastián, horas después de lograr también el Premio Feroz Zinemaldia 2024 que otorgan los periodistas que acuden al certamen. El fallo que entregaba la Concha de Oro señaló “el poder artístico que otorga al espectador para poder juzgar”, así como “el poder del arte para generar movimiento” y que se trate de una obra que permite “reflexionar sobre los límites de la creación artística, el miedo, la brutalidad, la tradición y la masculinidad”. 

El jurado del festival donostiatta también concedió a todo el elenco de The Last Showgirl, la película de Gia Coppola protagonizada por una renacida Pamela Anderson, el Premio Especial del Jurado. La española Patricia López Arnaiz fue la galardonada con la Concha de Plata a la mejor interpretación protagonista por su papel en Los destellos, de Pilar Palomero, una película sobre los cuidados al final de la vida. La ganadora del Goya por Ane realiza un trabajo sutil en la piel de una mujer que se reencuentra con su ex marido enfermo, una situación que removerá en ella todo tipo de sentimientos. Curiosamente, la actriz de La maternal, el proyecto anterior de Palomero, fue galardonada en el mismo festival hace dos años. 

Serra suscitó también la bendición de los informadores cinematográficos, que le entregaron horas antes el Premio Feroz. “Tardes de soledad es un retrato íntimo y sublime de la belleza y el primitivismo de la tauromaquia”, manifestó la presidenta de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE), María Guerra, que remarcó que Serra “coloca la cámara en un espacio inédito, con primeros planos inmisericordes de la tensión atroz del torero y la derrota del toro”.

La argentina El jockey, dirigida por Luis Ortega y protagonizada por Nahuel Pérez Biscayart y la actriz española Úrsula Corberó, logró el Premio Horizontes Latinos, en una noche en la que el músico Antón Álvarez, más conocido por su nombre artístico C. Tangana, se llevó una mención especial por su debut como director, el documental La guitarra flamenca de Yerai Cortés. El artista madrileño competía en la sección Nuevos Directores, donde el premio principal fue para la suiza Bagger Drama de Piet Baumgartner.

El actor estadounidense Andrew Garfield, conocido por la saga de Spiderman pero también por proyectos más arriesgados como Lo que esconde Silver Lake, fue el encargado de clausurar el festival con We live in time, una historia de amor y muerte que hizo reflexionar al intérprete sobre el sentido de la vida.

“He aprendido una lección que no dejo de recordarme una y otra vez y que no he llegado a asumir por completo”, dijo ayer por la mañana en rueda de prensa, “sólo hay una manera de llegar a la luz y es a través de la oscuridad”.

El actor, dos veces nominado al Oscar, por Hasta el último hombre (2017) y Tick, tick... boom (2022), defendió que en la vida “tiene que haber pérdida, sufrimiento, valentía, rechazo y muerte, solamente podemos ir a lo más alto yendo a lo más profundo”.

La película, de John Crowley, el director de Brooklyn (2015), narra la historia de una pareja, interpretada por Garfield y Florence Pugh, desde que se conocen hasta que un fatídico diagnóstico les rompe todos los esquemas. Ella es una ambiciosa chef y él un ingeniero que trabaja para una conocida marca de cereales. El guion, de Nick Payne, rompe la linealidad con una estructura en tres líneas temporales montadas en paralelo e invierte, en cierta medida, el reparto clásico de roles de los dramas románticos.

Pugh no pudo asistir a la presentación en San Sebastián por estar rodando en Nueva Zelanda, según explicó su compañero de reparto. “Le habría gustado estar aquí, principalmente porque le encanta comer”, bromeó, “pero también porque está muy orgullosa de esta película y le encanta esta ciudad y este festival”.

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