"El arte contemporáneo nos hace reflexionar"

El centro de arte Santaella Contemporánea, dirigido por María José Cosano, inaugura hoy su temporada (12:00) con la exposición colectiva Microproyectos/Microrresidencias, en la que participan 14 artistas nacidos en Córdoba a partir de 1970, entre ellos Antonio Blázquez, Paco Nevado, Miguel Ángel Moreno, Demetrio Salces y Marisa Vadillo. Permanecerá instalada hasta el 31 de enero.

-¿Cómo afronta el centro este nuevo curso?

-De una forma muy interesante. Es ya la cuarta temporada. Para la exposición inaugural he contado con artistas de Córdoba. En este tipo de casos hay que acotar la selección, no podemos invitar a todos los que nos gustaría. Son artistas con un lenguaje contemporáneo, hay fotografía, vídeo..., es una representación importante de la provincia. Hay una gran cantidad de artistas en Córdoba que están trabajando con un nivel muy importante, con unos discursos muy elaborados... Me parece fundamental darles visibilidad. Para mí esta colectiva, en la que también participo como artista, era muy importante. En el centro hay que minimizar gastos porque aunque tengamos financiación pública no podemos tirar cohetes. Estará abierto todos los sábados por la tarde hasta mayo, primero con esta colectiva, que incluirá microrresidencias. Desde finales de enero hasta finales de mayo tendremos otras dos exposiciones.

-El centro acoge también un taller teórico-práctico.

-Está enfocado hacia los niños y sobre todo le damos importancia a lo teórico. Después de las horas que pasan en clase, esto tiene que ser una cosa divertida para ellos, con un contenido teórico profesional que abarque todos los movimientos, teorías y lenguajes posibles y dentro de las posibilidades que la edad permite, evidentemente adaptando mucho el lenguaje y haciendo una selección de los artistas, porque a este nivel no todos son fáciles de digerir. Le damos importancia a la formación conceptual y los hacemos partícipes de la reflexión del artista. El desarrollo de la creatividad viene también dado por el entendimiento de este tipo de cuestiones.

-Y es que por desgracia el arte contemporáneo tiene una presencia escasa en los planes de estudio...

-Nula. Después de la carrera yo pretendía estudiar Historia del Arte y lo deseché porque el último temario que vi no me gustó. Si esto pasa en una enseñanza superior... ¿Qué hacemos, no pasamos del románico y el gótico?

-El convenio con el Ayuntamiento de Santaella ha supuesto la implicación pública en el proyecto.

-Ha sido fundamental el apoyo del alcalde, José Álvarez, y todo el equipo del Ayuntamiento, sobre todo del técnico Jorge Merino. Con este empuje, el proyecto crece. Sin él, estas actividades, talleres, jornadas, seminarios con un carácter más profesional..., no se podrían realizar. Todo esto abre el proyecto y lo acerca mucho más a la gente, no solamente de la localidad sino también de fuera.

-Usted lleva varios años trabajando por la penetración y el establecimiento del arte contemporáneo en Santaella. ¿Cómo ha respondido el pueblo?

-Muy bien, y tengo anécdotas muy divertidas... A estas alturas Santaella Contemporánea ya tiene su público. La gente está muy interesada. Yo contaba con este público que viene a las exposiciones y reflexiona. Esa gente estaba ahí. Tengo incluso el caso de unos niños que son visitantes asiduos a las exposiciones.

-El arte contemporáneo tiene aún mucho que avanzar en el mundo rural...

-Por supuesto. Y esa es nuestra labor. Los grandes museos y los grandes centros están en grandes ciudades. A través de la gestión se tiene que llegar al mundo rural. Pero en este terreno, como hablaba hace poco con Demetrio Salces, hemos conseguido mucho. Ya hay otros circuitos.

-En este sentido, ¿cómo ve la situación de la provincia de Córdoba?

-Genial. Creo que es un referente porque hay muchos proyectos, y con artistas de primer nivel que están aportando muchísimo.

-Al arte contemporáneo le falta público pero también gestores...

-Sí. Los que estamos trabajando actualmente en este ámbito nos damos cuenta de que hay una cantidad de público enorme. Público que va a los centros, a las exposiciones... Hay demanda de este tipo de cultura, y creo que es importante porque el arte contemporáneo nos hace reflexionar, su lenguaje sirve para eso, y a través de esta reflexión vienen el progreso y el desarrollo.

-¿Le deja tiempo todo esto para su faceta artística?

-No. Es el escollo de todos los artistas gestores. Sacrificamos un poco la parte artística, aunque siempre hacemos algo.