Atribuidos 16 dibujos del Museo de Bellas Artes de Córdoba a ocho pintores madrileños y valencianos
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Las obras, expuestas hasta el próximo 28 de enero de 2024, eran consideras anónimas o adjudicadas a otros autores
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Dieciséis dibujos del fondo del Museo de Bellas Artes de Córdoba de artistas cuya vida se desarrolló a lo largo del siglo XVIII o que su existencia alcanzó, al menos, parte del mismo, han sido atribuidos a seis artistas madrileños y a dos valencianos.
Estas piezas, hasta ahora consideradas anónimas o adjudicadas a otros autores, se muestran junto a otras ocho en la sala de exposiciones temporales de la pinacoteca hasta el 28 de enero próximo.
La exposición se desarrolla dentro de la programación que persigue "poner en valor la colección de dibujos que estaba sin estudiar a fondo y sin catalogar", según ha dicho el asesor técnico de conservación e investigación del Bellas Artes cordobés, José María Palencia, responsable de la selección de los dibujos.
El pasado año, el Museo de Bellas Artes de Córdoba sacó del anonimato, tras el trabajo de investigación llevado a cabo y a través de una exposición similar, 14 dibujos de su misma colección, que correspondían a la época barroca de autores madrileños.
En el caso actual, se han unido artistas que trabajaron a lo largo del siglo XVIII en el entorno de Madrid y Valencia porque hubo una intensa relación entre ambos colectivos, especialmente a través de las respectivas academias.
En Madrid se fundó en 1752 la Real Academia de San Fernando y algo más tarde en Valencia la de San Carlos. Entre ambas se dieron "importantes vínculos", según se expone en el catálogo de la exposición Dibujos madrileños y valencianos del siglo XVIII en el Museo de Bellas Artes de Córdoba, "lo que explica que algunos de los mejores artistas valencianos trabajaran también en la corte".
La mayoría de los dibujos procede de dos adquisiciones
El director del Bellas Artes de Córdoba, José María Domenech, refiere en la publicación que "la mayoría de estos dibujos proceden de las compras realizadas en dos momentos". La primera tuvo lugar en 1877 por adquisición de la colección Saló y Junquet, y la segunda en 1917 cuando el museo se hace con la colección del conde de Torres Cabrera.
"Junto a ellos tenemos dos que ingresaron en 1922 en la donación de Ángel Avilés, otro que forma parte de la colección Inurria, depositada por el Ayuntamiento en 1943, y uno adquirido por la Junta de Andalucía en 2002", escribe Domenech.
De las atribuciones que se presentan en la exposición, cinco corresponden a artistas valencianos, uno de ellos, precisamente, el que menos relación tuvo con el siglo XVIII, Juan Conchillos Falcó, ya que falleció 1711, por lo que José María Cerezo lo considera "un pintor más del XVII".
A Conchillos (Valencia, 1641-1711) se atribuyen tres dibujos de angelitos que forman parte del lote de 60 dibujos adquiridos en 1917, mientras que a Mariano Salvador Maella Pérez (Valencia, 1739-Madrid, 1819) otros dos, que proceden de la compra que hizo el Ayuntamiento de Córdoba a la viuda del escultor Mateo Inurria para dedicarle un museo en la ciudad.
Retrato de Pío VI estaba catalogado en los inventarios antiguos del museo como anónimo y con el título de Retrato de dignidad eclesiástica, aunque ahora se atribuye a un trabajo preparatorio para representar al papa.
Once atribuciones a artistas madrileños
De las once atribuciones que son originarias de Madrid, hay dos de Juan Domingo Oliveri (Carrara, 1706 - Madrid, 1762), un escultor llamado a España por Felipe V para trabajar en el Palacio Real. Es probable que los dibujos que se le adjudican sean modelos para una escultura para la fachada del convento de las Salesas Reales de Madrid, que se convierte más tarde en iglesia de Santa Bárbara, "pero que no llegan a ejecutarse", apunta Palencia, autor de las catalogaciones.
A Antonio González Ruiz (Corella, 1711-Madrid, 1788) se le adjudica una dolorosa, atribuida a Vicente López en el antiguo inventario del museo, mientras que de la familia González Velázquez hay dos de cada uno de los tres miembros presentes en la exposición cuya autoría se les adjudica por primera vez.
Los trabajos de Luis (Madrid, 1715-1763), Antonio (Madrid, 1723-1793) y Zacarías González Velázquez (Madrid, 1763-1834) proceden de "la colección de Saló, que solía tener dos ejemplares de cada artista", según precisa José María Palencia.
Por último, las dos atribuciones menos concretas son las que se realizan al círculo de Luis Paret y Alcázar (Madrid, 1746-1799), que tienen como "motivo central a Jesús Niño con diversas alegorías de la pasión y la redención".
José María Palencia presentó en su discurso de ingreso como académico numerario de la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Nobles Letras Luis Vélez de Guevarra de Écija (Sevilla), en mayo del pasado año, la atribución de otros siete dibujos existentes en la colección del museo cordobés, en este caso de la escuela sevillana del siglo XVII.
Se trata de una obra de Juan de Valdés Leal, otra de Matías de Arteaga y Alfaro, dos de Ignacio de Iriarte y tres de Francisco de Zurbarán, o el menos a su entorno, uno con seguridad al pintor, otro anónimo y un tercero al Maestro de Besançon.
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