Elogio a la lentitud: el tiempo pausado de Victoria Adame
Fotografía
La fotógrafa cordobesa llama en esta serie a recuperar la atención plena. Varias de las imágenes se subastan para recaudar fondos para los damnificados de la DANA
Las fotografías de 'Elogio a la lentitud'
En un mundo acelerado, la lentitud ha resurgido como una virtud que nos permite estar presentes, escuchar, relacionarnos, reflexionar, crear. Mirar a nuestro entorno y ver. Vivir. Esa es la reivindicación que la fotógrafa cordobesa Victoria Adame hace en su serie de fotografías Elogio a la lentitud, inspirada por el superventas de Carl Honoré que dio visibilidad al movimiento slow y el debate sobre la cultura de la aceleración.
Si Honoré puso el foco en el problema, Adame enfoca con su cámara esa pausa buscada, los momentos perdidos, el paso del tiempo y los vestigios que deja tras de sí, a través de esos detalles de la vida cotidiana que pasan desapercibidos en el frenesí constante en el que está sumergida la sociedad. Incita a contemplar, aquí y ahora.
¿Cuál es la historia tras la pareja que se abraza? ¿Para quién era la fiesta de la que solo vemos un globo? ¿Qué conversaciones se quedaron en esa mesa de un bar perdido en algún lugar del mundo? La fotógrafa llama con su trabajo “a recuperar el valor del tiempo y de la atención plena. Es una invitación a vivir con más profundidad y a encontrar la belleza en la calma. En un mundo que siempre parece estar corriendo, la lentitud nos ofrece el regalo de la presencia y de la auténtica experiencia”, explica al presentar la serie.
En el ámbito de la creatividad, destaca, “la lentitud se convierte en un aliado poderoso. Permite que las ideas maduren y se desarrollen, que los proyectos tomen forma con esmero y que la inspiración surja de manera auténtica”. “Nos anima a observar el mundo con una mirada más atenta, a escuchar con mayor profundidad y a conectar con nosotros mismos y con los demás de una manera más significativa”. Solo así podemos percatarnos de la belleza que se esconde tras una grieta en la pared.
Esa manera de mirar se refleja también en su serie Miopía, en la que imágenes desenfocadas instan a percibir el valor del resto de nuestros sentidos pero también a reflexionar sobre lo que nos convierte en miopes en un sentido figurado. O en el ejercicio conceptual de IN Grávita, en la que Adame hace cómplice al espectador con barridos fotográficos en larga exposición, como sujetos suspendidos en el aire, sin gravedad, en un juego que invita a reflexionar “sobre el aplastante peso que la visión y el espacio-tiempo tiene en nuestra forma de percibir el mundo”.
Tres de las fotografías de Elogio a la lentitud están ahora incluidas en la subasta organizada por la galería Espacio Mados para recaudar fondos para los damnificados por la DANA de Valencia. Artistas de toda España han aportado sus obras, que serán subastadas el próximo 28 de noviembre, pero por las que ya se puede pujar online. Los fondos recaudados serán entregados a Cruz Roja para su reparto entre los afectados por la DANA.
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