El encanto de Ara Malikian
Director: José Luis Temes. Solista: Ara Malikian. Programa: Homenaje a Oscar Wilde y Concierto para violín y orquesta, de José Luis Turina; Bolero y Tres piezas de concierto para violín y orquesta, de Enrique Fernández Arbós. Fecha: jueves 4 de abril. Lugar: Gran Teatro. Lleno.
Interesantísimo concierto el ofrecido por nuestra orquesta como octavo de su actual temporada de abono. Los alicientes se centraban en la novedad del repertorio y, evidentemente, en la personalidad musical del solista invitado: el violinista libanés Ara Malikian. Éste no defraudó en absoluto en sus tres intervenciones, cuatro si contamos la simpática explicación antes de la propina, presentación llena de modestia, humor y naturalidad. La primera intervención de Malikian fue en el concierto de José Luis Turina, quien se encontraba, por cierto, en la sala y también compartió con el elenco de intérpretes los prolongados aplausos al final de la pieza. El solista, que grabó la obra con la Orquesta de Córdoba y Temes en 2009, mostró un dominio absoluto de las dificultades y supo sacar partido expresivo a todos los ambientes emocionales a los que esta obra virtuosa enfrenta al violín. En las piezas de concierto de Arbós brilló aún más, aunque la Orquesta no lograra estar a su altura en cuanto a fuerza y precisión rítmicas. Como en la brillante propina (una ecléctica composición propia de carácter improvisatorio), Malikian hizo gala de un sonido bellísimo, una técnica llena de naturalidad y una fuerza expresiva cautivadora.
El otro aliciente de la velada se centraba, como decía, en la novedad del programa: dos obras (el concierto de Turina y el Bolero de Arbós) entraban por primera vez en el repertorio de la Orquesta de Córdoba; y la versión orquestal del Homenaje a Oscar Wilde de Turina era estreno absoluto. De estas obras, la de mayor enjundia es el ya mencionado Concierto para violín..., obra de muy sólida factura, llena de originalidad y hallazgos expresivos, que fue muy bien realizada por todos los intérpretes, destacando especialmente la sección de percusión, siempre un valor seguro de nuestra Orquesta. Ésta, como ya he apuntado, estuvo algo más desafortunada en la segunda parte. Las piezas de Fernández Arbós programadas basan en gran medida su encanto en el garbo rítmico y este aspecto no fue del todo bien resuelto a mi juicio por la formación cordobesa y su director para la ocasión.
Mención aparte merece la encantadora obra que abrió la velada, el Homenaje a Oscar Wilde, una obra sencilla de pretensiones, pero muy bien compuesta en sus cuatro movimientos interrelacionados. Escrita originalmente para cuarteto de cuerda en 1997, fue adaptada por su autor para orquesta de cuerda en 2004 y para orquesta sinfónica en 2013. Esa versión recién acabada fue la que hizo sonar espléndidamente la Orquesta de Córdoba el jueves pasado.
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