"El jazz y el flamenco parten de la expresión de gente que se ve oprimida"
El pianista gaditano acaba de sacar al mercado su trabajo 'Flamenco sketches', donde versiona desde la fusión los temas del disco más vendido de la historia del jazz: 'Kind of Blue' de Miles Davis
Chano Domínguez regresa al mercado discográfico con un trabajo amasado por encargo del Festival de Jazz de Barcelona, como homenaje a Miles Davis, y horneado con una grabación realizada en directo, en Nueva York, en 2009. Tres años después, los temas de Kind of Blue cobran nuevo sentido porque Chano, en su eterno camino de fusiones a fuego lento, ha tamizado los ritmos del trompetista estadounidense a través del flamenco. El resultado es el sabroso Flamenco sketches.
-¿Cuál es la propuesta del disco?
-La propuesta nace del Festival de Jazz de Barcelona con motivo del 50 aniversario del disco de Miles Kind of Blue, el más vendido en la historia del jazz, y queriendo hacer un homenaje a Miles y a ese disco, el festival me propuso si quería hacer una versión de los temas, y acepté encantado. Blue Note Records se interesó y al final lo grabamos en 2009, en directo en el Jazz Standard de Nueva York, y el resultado es el disco con los temas de Miles de Kind of Blue, y alguna otra cosa más, tocado en directo, con Tomasito a las palmas y al baile, Blas Córdoba al cante, Israel Suárez, el Piraña, a la percusión y Mario Rosi al contrabajo.
-Entonces esta grabación tiene tres años.
-Sí, pero sabes que estas cosas van tarde, pero bueno, la música de Miles no tiene tiempo y siempre se puede volver a reinterpretar como una cosa nueva.
-¿Es recurrente en su caso volver al jazz con tanta frecuencia?
-Bueno, yo he sido siempre un músico que me he movido en este tipo de lenguaje. Aunque lo he hecho de una manera particular, basándolo en ritmos de mi tierra, el jazz siempre ha estado dentro de esa música que yo he hecho. Más que el jazz, sobre todo, esa música improvisada, porque me siento un músico de música improvisada, y tocar los temas de Miles es una gozada.
-¿Esa improvisación es muy nuestra, verdad, muy del sur?
-Y tanto, creo que la improvisación y el ingenio, la manera de salir adelante en cualquier situación musical o ante la vida, es una idiosincracia que la tenemos mucha gente en Cádiz y en Andalucía.
-¿Y por qué el flamenco liga tan bien con el jazz?
-Aunque en la superficie parezca que no tiene nada que ver, si tú te pones a profundizar, te das cuenta que tanto el jazz como el flamenco son dos músicas que parten de la necesidad de expresión de una gente que se ve oprimida, fuera de su casa, ambulante... llámalo como quieras. Y eso produce un sentimiento que aflora en la expresión artística, y eso lo tienen muy en común el flamenco y el jazz. Yo creo que el blues americano tiene mucho que ver con la soleá y con la seguiriya, y que tienen muchas relaciones en cuanto que hay músicas que se hacen para la muerte, para el nacimiento, para las bodas, para las fiestas, para el amor, para el desamor, eso lo tienen en común también el jazz y el flamenco.
-Parece, pues, como una liberación. Alguna vez ha dicho que le parece importante conservar el espíritu de libertad de los temas de Miles Davis: ¿cómo se plasma esa libertad en el disco?
-Pues respetando mucho ese criterio de Miles de ofrecer la música en vivo. Miles tenía la capacidad de llegar al escenario sin ensayar con los músicos, con los papeles, y tocar cada día diferente, y yo un poco en la grabación he intentado conservar esa frescura, si bien he adaptado los temas a ritmos más de nuestra tierra, he intentado conservar toda esa libertad que Miles imprimía a su música.
-¿Qué le queda por fusionar a Chano Domínguez?
-Pues no lo sé, yo soy un músico que intento seguir aprendiendo, que intento seguir sorprendiendo e intento pasármelo bien con cualquier cosa que me ponga a tocar.
-¿Y también los proyectos, los trabajos, se van improvisando?
-Mis discos tienen todos una gran carga de improvisación, si bien cuanta más gente participa en él, más arreglos tienes que tener en cuenta, pero yo soy un músico que siempre he dejado una gran parte de mi música abierta a la exposición de otros músicos para que ellos la toquen como ellos creen que deben hacerlo, con esa libertad.
-Una curiosidad, como gaditano ¿se ha planteado acercarse alguna vez a la música del carnaval de Cádiz para hacer un disco?
-Yo grabé en un disco que hice en el año 99, que se llama Imán, una versión de El vaporcito de El Puerto, de Paco Alba, que era mi vecino, casi que me crié junto a él en el barrio de Astilleros. No es que haya andado mucho, aunque de repente hay algún cuplé o una copla como ésta de Paco Alba que me parece que son fantásticas. En Cádiz hay mucho ingenio, y por eso hay mucha gente que es capaz de coger una guitarra y de hacerte una copla maravillosa y de entretenerte un rato.
-¿Y podría surgir algún disco?
-Ya digo que hice aquello de Paco Alba porque le tenía mucho cariño, a él y a su familia, a quienes conocía desde chiquitito. Tendría que ponerme a escuchar todo lo que se ha hecho, y seguramente que habría un material maravilloso para trabajar con él.
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