El hijo de Botí pide buscar una “solución” ante el cese de Bernier como gerente de la fundación

Botí Torres señala que el Consejo Rector no aprobó la resolución del contrato de Juan Antonio Bernier, sino que la presidenta, Marisa Ruz, les comunicó lo que ella había decidido

Rafael Botí Torres (izq) muestra al exdelegado de Cultura de la Junta varias obras de su padre donadas. / El Día

La familia de Rafael Botí ha pedido este jueves “tranquilidad” y la búsqueda de “una solución” ante el conflicto creado por el cese de Juan Antonio Bernier, gerente de la fundación que lleva el nombre del artista plástico cordobés.

Rafael Botí Torres, hijo del pintor, ha aclarado que como miembro del Consejo Rector en ningún momento votó en la reunión convocada de forma urgente el pasado lunes para la resolución del contrato del gerente y aseguró que la decisión ya llegó dada por la presidenta de la Fundación Botí, Marisa Ruz.

En esto mismo coincidieron los cinco miembros del Comité Asesor y el miembro del Consejo Rector que presentaron su dimisión el pasado miércoles al considerar que la decisión se tomó “de manera unilateral”.

“Creo que el gerente es una excelente persona, pero quien manda es quien manda”, ha señalado Botí haciendo referencia al poder que tiene la presidenta de la institución. “Yo no tengo nada en contra de Bernier ni de la presidenta”, ha aclarado, pero “me encuentro metido en un conflicto que es una pena porque se está poniendo a parir a la fundación y al Consejo Rector”.

"No nos preguntaron lo que nos parecía el cese, sino que ya estaba decidido", señala Botí Torres

En ese sentido, el hijo de Rafael Botí ha asegurado que “nosotros (el Consejo) no hemos aprobado nada;tuvimos una reunión en la que la presidenta dijo que había decidido eso”. En esa reunión, algunos miembros del Consejo Rector comentaron que Bernier “es una buena persona y buen poeta”, pero Ruz contestó que la marcha de la fundación no va como a ella le gustaría.

“En realidad a nosotros no nos dijeron por qué lo iban a cesar ni lo que nos parecía, sino que ya estaba decidido”, ha aseverado. “¿Qué le íbamos a decir nosotros a la presidenta, si en realidad no pintamos nada?”, ha agregado el hijo de Rafael Botí.

El miembro del Consejo Rector ha indicado que ahora “me encuentro metido en este lío, yo que toda la vida me he llevado bien con todo el mundo; y ahora figura que he decidido algo; ¿quién soy yo para decidir echar a otra persona, a un chico educado y correcto?”.

La intención de Botí es ponerse en contacto con otros miembros del Consejo para “hablar con Marisa a ver si esto se puede dejar en suspenso y que este chico pudiera seguir allí” porque “se está dando muy mal nombre a la fundación, que lleva el nombre de mi padre”. “Yo quisiera paz y tranquilidad, no meterme con nadie ni que nadie se meta conmigo; y ahora se están metiendo”, ha aseverado.

Por otra parte, las fuentes consultadas señalan que fue Marisa Ruz la que “metió en la fundación” a Bernier y “ella es la que ha creído conveniente que salga”.

Las críticas contra Marisa Ruz siguen aflorando. En este sentido, la Unión de Artistas Visuales de Andalucía (UAVA) ha pedido este jueves “la dimisión o el cese”dimisión de Marisa Ruz al considerar que esta situación “de deterioro de la institución”, según el colectivo, “no es sino el resultado de la gestión personalista y presidencialista que ha llevado a cabo en estos cuatro años la responsable política de la Fundación Botí”.

En este sentido, los artistas recuerdan que “la UAVA ya renunció en su momento al puesto que ocupaba como miembro de la Comisión Técnica en desacuerdo con el proceso de selección del gerente, auspiciado por Marisa Ruz, al considerar que el perfil elegido no coincidía con lo exigido en las bases de la convocatoria”.

Los hechos, continúan, “lamentablemente atestiguan que en esa decisión primaron más los intereses políticos que los estrictamente profesionales y sus consecuencias han sido un lastre en el correcto funcionamiento de la fundación”.

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