"Es fundamental que la poesía no sea un reducto para iniciados"
El escritor reafirma su apuesta por el dinamismo y por la literatura accesible
Poeta de los 70 con evidentes conexiones con los novísimos, Luis Alberto de Cuenca ha sido uno de los participantes en el festival.
-¿Qué rasgos comparte usted con los novísimos?
-La literaturización mayor de todo, es decir, nuestra generación era fundamentalmente literaria. Se atenía a unos criterios fundamentalmente estéticos y no sociales ni de impacto en el mundo exterior, sino que dialogábamos sobre todo en el seno de la literatura y eso es lo que caracterizaba a la generación de los novísimos, también llamada del lenguaje, del 70, del 68... Una especie de rehabilitación del ámbito estético y una rehabilitación del principio del arte por el arte.
-Sin embargo, su lenguaje sí se ha alejado del resto del grupo.
-Sí, pero no el mío solo. Creo que en general ha habido evoluciones personales que han ido lógicamente adoptando una vía individual, que no pertenece ya al acervo colectivo. Pero eso ocurre siempre, también en la Generación del 27 hubo una serie de elementos que la definían como generación que luego fueron disgregándose porque cada uno fue trazando su propio camino. Eso mismo ha pasado con los novísimos.
-Además de su trabajo como poeta ha participado en programas de televisión y de radio y ha escrito letras de canciones. ¿Lo ha acercado esto más al público?
-Creo que sí porque es fundamental el que la poesía no se convierta en un reducto para iniciados sino que sea de todo el mundo y que se piense para todo el mundo. En este aspecto la canción es muy importante para dar a conocer la poesía. Yo lo noto a partir del disco que hecho últimamente con Loquillo, y he hecho otras experiencias musicales, pero este de Loquillo que es muy reciente me ha dado una cierta implantación en sectores que antes no leían poesía, de modo que también es una forma de difundir el mensaje poético.
-¿Tiene relación con los lectores?
-Sí, cuando voy a los institutos por ejemplo (no por las redes sociales, que yo ya soy muy mayor y no participo en ellas) y cuando doy recitales me encuentro muy bien acogido por gente que espera el libro próximo mío con interés y eso se lo agradezco mucho, porque siempre es un milagro que lo lean a uno.
-¿Mantiene el contacto con sus contemporáneos?
-Todas las personas con las que he coincidido en Cosmopoética son viejos y queridos amigos, de modo que en ese sentido no predomina la rivalidad sino el compañerismo.
-Usted se confiesa lector de novela. ¿Qué autores le gustan?
-Me gustan las novelas de género, novelas negras, fantásticas, la de aventuras. Todo lo que sea dinámico, divertido, que ocurran muchas cosas y que haya interés desde la primera página hasta la última. Soy menos lector de literatura lenta, como esas películas europeas que no se acaban nunca. Me gusta lo dinámico.
-¿Llegará algún día la poesía a ser tan cercana como lo es la novela?
-Creo que ya es cercana al público la poesía, sobre todo un determinado tipo de poesía como la que yo escribo, que es una poesía accesible, clara. Hay otra poesía más difícil, más hermética. En cualquier caso ya lo es, lo que ocurre es que salen muchos libros de poesía y muchas menos novelas y hay más lectores para las novelas punteras que para los libros de poesía punteros, pero al publicarse tantos libros de poesía el número de lectores es bastante amplio.
-¿Está al día de los nuevos poetas que van surgiendo?
-Participo en las deliberaciones de muchos jurados poéticos de premios que todavía siguen existiendo en España, no sé por cuánto tiempo por la crisis. Entonces sí me doy cuenta de lo que se va escribiendo.
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