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Música
El Festival de Piano Rafael Orozco, organizado por la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Córdoba, abrirá su vigésima edición con uno de los grandes intérpretes del panorama pianístico internacional: el ruso Grigory Sokolov, que ofrecerá un recital el lunes 7 de noviembre en el Teatro Góngora (20:00) para el que las entradas estarán disponibles a partir del 4 de octubre.
Sokolov, reconocido por la crítica como uno de los pianistas más relevantes de las últimas décadas, visionario y explorador, capaz de dotar de un nuevo y sugerente carácter a las composiciones, inaugurará una programación que se desarrollará hasta el 30 de noviembre con 11 conciertos.
El director artístico del festival, Juan Miguel Moreno Calderón, destaca que "Sokolov no es solo uno de los pianistas más aclamados del mundo, sino que ya ha entrado en el nivel de auténtica leyenda, como sus antecesores Horowitz, Richter o Gilels. Esa es su verdadera dimensión". El responsable está "seguro" de que "el público musical de nuestra ciudad aprovechará esta ocasión única de admirar en vivo a este genio de la música, una figura irrepetible".
La naturaleza única de la música hecha en el momento presente es fundamental para comprender la belleza expresiva y la honestidad convincente del arte de Grigory Sokolov. Las interpretaciones poéticas del pianista ruso (recientemente nacionalizado español), que cobran vida con una intensidad mística en la interpretación, surgen del profundo conocimiento de las obras de su vasto repertorio.
Sus programas de recitales abarcan desde transcripciones de la polifonía sagrada medieval y obras de Byrd, Couperin, Rameau o Froberger hasta la música de Bach, Beethoven, Schubert, Schumann, Chopin, Brahms y
composiciones históricas del siglo XX de Prokofiev, Ravel, Scriabin, Rachmaninoff, Schoenberg y Stravinsky. Es ampliamente reconocido entre los pianófilos como uno de los mejores pianistas de la actualidad, un artista universalmente admirado por su perfil visionario, su espontaneidad fascinante y su inflexible devoción por la música.
Sokolov nació en Leningrado (hoy, San Petersburgo) el 18 de abril de 1950. Comenzó a tocar el piano a los cinco años y dos años después empezó a estudiar con Liya Zelikhman en la Escuela Especial Central del Conservatorio de Leningrado. Recibió clases de Moisey Khalfin en el Conservatorio de Leningrado y ofreció su recital de debut en esta ciudad en 1962. El prodigioso talento de Sokolov fue reconocido en 1966 cuando, a los 16 años, se convirtió en el músico más joven en recibir la Medalla de Oro en el Concurso de Piano Internacional Tchaikovsky de Moscú. Emil Gilels, presidente del jurado, defendió el trabajo de aquella por entonces joven promesa.
Mientras realizaba importantes giras de conciertos por Estados Unidos y Japón en la década de 1970, su arte evolucionó y maduró fuera del centro de atención internacional. Sus grabaciones en vivo de la época soviética adquirieron un estatus casi mítico en Occidente, evidencia de un artista a la vez completamente individual, pero alimentado por el rico suelo de la tradición pianística rusa.
Tras el colapso de la Unión Soviética, Sokolov comenzó a aparecer en las principales salas de conciertos y festivales de Europa. Actuó extensamente como solista con orquestas del más alto nivel, trabajando con, entre otras, la Filarmónica de Nueva York, la Royal Concertgebouw Orchestra Amsterdam, la Philharmonia de Londres, la Symphonieorchester des Bayerischen Rundfunks y Munich Philharmonic, antes de que decidiera centrarse exclusivamente en ofrecer recitales. Sokolov realiza alrededor de 70 conciertos cada temporada, se sumerge completamente en un solo programa y realiza giras por toda Europa.
Sokolov muestra un gran interés por el mecanismo y la configuración de los instrumentos que toca. Pasa horas explorando sus características físicas, consultando y colaborando con técnicos de piano para lograr sus requisitos ideales. "Se necesitan horas para entender el piano, porque cada uno tiene su propia personalidad y tocamos juntos", explica. La asociación entre artista e instrumento es de vital importancia para el flujo de ideas musicales de Sokolov. Ahorrando en el uso del pedal de sostenimiento, evoca todo, desde las más sutiles gradaciones tonales y texturales hasta los contrastes de sonido más audaces a través del puro brillo de su trabajo con los dedos. Los críticos suelen llamar la atención sobre su extraña habilidad para articular voces individuales dentro de una compleja textura polifónica y proyectar líneas melódicas sin fisuras.
El carismático arte de Sokolov tiene el poder de generar la concentración necesaria para que el público contemple incluso las composiciones más familiares desde nuevas perspectivas. Durante el recital, atrae a los oyentes a una relación cercana con la música, trascendiendo la exhibición superficial y el espectáculo para revelar un significado espiritual profundo. El arte de Sokolov se basa en los sólidos cimientos de su personalidad única y su visión individual.
Desde 2015, Sokolov es artista exclusivo de Deutsche Grammophon. Su asociación ha hecho posible la publicación de diversas grabaciones, todas ellas extraídas estrictamente de conciertos en directo. Una de sus grabaciones más recientes (2020) combina un doble CD con música de Beethoven y Brahms con un DVD de un concierto en vivo grabado en Il Lingotto de Turín con música de Mozart y Beethoven y dirigido por Nadia Zhdanova. Este año, el citado sello ha publicado Grigory Sokolov at Esterházy Palace, con obras de Haydn y Schubert.
Más de 200 pianistas de 30 nacionalidades (entre ellos, figuras como Arcadi Volodos, Nikolai Lugansky, Boris Berman, Vladimir Ovchinnikov, Ludmil Angelov, Javier Perianes o Jorge Luis Prats) han participado en las 19 ediciones anteriores del festival, que pretende mantener viva la memoria del pianista cordobés Rafael Orozco (1946-1996) y situar a la ciudad en el mapa pianístico internacional.
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