La historia de un ser inadaptado
Bandaàparte lanza una edición especial del primer cómic largo de Andrés G. Leiva cuando se cumplen 15 años de su publicación
La editorial Bandaàparte rescatará en noviembre Historia de Iván, el primer cómic largo del dibujante cordobés Andrés G. Leiva, con una edición especial que incluirá contenido adicional como viñetas desechadas o un making off ilustrado del proceso del tebeo. Cuando la obra se publicó a raíz de ser premiada por el Injuve, hace más de 15 años, no tuvo una buena difusión aunque sí sirvió para el currículum del autor y fue su salto definitivo al mundo del cómic.
Historia de Iván pertenece a un periodo en el que Leiva acaba Bellas Artes, aprueba las oposiciones de profesor y empieza a trabajar en Cáceres. Durante la carrera se dedicó a la pintura, "a tomar otros caminos", pero luego retomó los cómics y se planteó "hacer una historia larga". Hace más de 15 años de esto y rescatarla ahora le parece "una idea muy interesante".
Se trata de una obra temprana fruto "de las circunstancias de aquella época", como el cine y El silencio de los corderos o la música de Corcobado. De fondo tiene dos localizaciones muy significativas para el dibujante; por un lado Córdoba -hay un capítulo que se desarrolla en el bar El Limbo- y, por otro lado, "paisajes que tienen mucho que ver con Extremadura", ya que el tebeo prácticamente lo realizó entre Cáceres y Azuaga.
En ese contexto, el dibujante ideó una historia sobre alguien inadaptado cuya vida acaba siendo un desastre "por no estar alienado con la máquina, con la ciudad, con la producción". En esta ocasión, Historia de Iván incluirá bocetos y viñetas desechadas: "el tebeo se compone como un puzle, voy montando viñeta a viñeta, y hay algunas que en ese momento, por razones de las que ya ni me acuerdo, las dejé en un cajón", explica.
Leiva también está revisando portadas alternativas que se hicieron para la anterior publicación y rescatando fotos de la época en la que hizo el tebeo, tanto de localizaciones como de gente que sale en él, "personas que tenían su hueco en el mundo cultural de Córdoba". Además, está repasando la imagen "para darle una buena producción". El prólogo reflejará el proceso de producción de Historia de Iván, que está realizado con tinta china y palillo de dientes, algo que "da una imagen muy particular, de grises y de negros sobre papel un poco rugoso, por lo que quedan unos arrastrados muy propios del palillo".
El autor reconoce que, aunque le "encanta" la pintura, "la creación, lo que yo hago, tiene mucho que ver con lo figurativo, no tanto con la abstracción, que también me gusta". Y el cómic "me permite agarrarme a la figuración, contar historias y desarrollar personajes".
Tras utilizar la tinta china y el palillo, luego pasó por el pincel y más tarde por las ceras, medio por el que es más conocido en el mundo del cómic y que daba "un aspecto muy particular" a sus trabajos. Y ahora ha retomado de nuevo el rotring y la acuarela. Por lo tanto, su estilo ha cambiado "porque el material te condiciona que cambies mucho".
Por otra parte, la evolución en la forma de narrar se debe a que "vas influenciándote de otras experiencias, otros tebeos que ves y otros movimientos que van surgiendo y te gustan, pero quizás siempre haya cosas en común" en todos sus trabajos. Por ejemplo, Leiva reconoce que le gustan mucho los silencios, "no construir una narración apresurada, de aventuras, sino marcar un ritmo con giros puntuales pero lento, que se saboree".
Para el autor, Historia de Iván tiene un gran atractivo: "la frescura en el dibujo y el atreverte con temas que son más fuertes". Es, según Leiva, "como cuando revisas discos de un roquero y hay cosas que te gustan más del principio, canciones que quedan redondas". Con el tiempo "te vuelves un poco más calmado, tienes otro tipo de vida y buscas otros temas". En su caso, ahora se centra más en la narración mientras que antes su prioridad era que el dibujo fuera fuerte.
El último cómic que Andrés G. Leiva ha publicado es Serie B y ahora tiene en mente otro proyecto más intimista. Será una historia que se desarrollará en su barrio, el Sector Sur, en los años 80, "aunque podía ser en cualquier barrio periférico de cualquier ciudad".
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