"El jazz se puede aprender pero no se puede enseñar"
John Scofield. Músico
El norteamericano protagonizará mañana en el Gran Teatro un intenso mano a mano guitarrístico con Kurt Rosenwinkel.
Reconocido desde hace décadas como una de las grandes figuras del jazz, John Scofield (EEUU, 1951) regresa al festival cordobés para ofrecer un concierto (mañana en el Gran Teatro) en el que estará acompañado por la Hollowbody Band. Es una de las citas más esperadas en la programación de este año.
-¿Cómo será el concierto?
-Es un proyecto muy excitante para mí y para la Hollowbody Band, porque va a haber dos guitarras sobre el escenario. Estaremos yo y Kurt Rosenwinkel, uno de los guitarristas de jazz más jóvenes y talentosos de los últimos años. Será una muestra de dos guitarras haciendo jazz con el acompañamiento de Ben Street en el bajo y Bill Stewart en la batería.
-Entonces, ¿será algo distinto a lo que hizo en su actuación de 2009?
-Sí, completamente diferente. En este nuevo proyecto nos hemos centrado en el efecto que pueden tener dos guitarras en una misma sesión. Será una actuación especial para el Festival de la Guitarra. No habrá canciones de mi último disco porque se trata de un proyecto nuevo en el que junto con Kurt probaremos sonidos nuevos sobre algunos de mis antiguos trabajos. Serán temas viejos pero con nuevos arreglos, una nueva música hecha especialmente para dos guitarras.
-¿Qué supone actuar en el marco de un festival como el de Córdoba?
-Lo primero que tenemos al venir a Córdoba es una responsabilidad, porque España es la cuna de la guitarra. Cuando se trata de tocar la guitarra, todo el mundo mira a España, y Córdoba será la única parada española en nuestra gira europea. El festival significa mucho y tiene una gran importancia para nosotros porque nos da la oportunidad de ver dónde están los guitarristas del resto del mundo. No me dará tiempo a escucharlos, pero sí tengo interés en ver hacia dónde van, en qué direcciones está yendo su música, cuáles son sus elecciones y dónde está la escena de la guitarra hoy en día. Este festival nos servirá para alimentar nuestra propia música.
-¿Actuar en un país con tanta tradición por la guitarra supone algo especial?
-El hecho de que la actuación sea en Córdoba y en España es de gran importancia por la historia del instrumento. Para mí especialmente, porque yo toco la guitarra eléctrica, que viene del jazz, del blues… Ésas son mis raíces, pero la historia de la guitarra es fascinante y conozco la enorme tradición española, la del flamenco o la guitarra clásica. Es algo muy interesante y seguro que tendré cosas que aprender.
-¿Ha tenido algún acercamiento al flamenco?
-Me gustaría mucho, pero no conozco a ningún guitarrista flamenco y no he tenido la oportunidad. Nunca he estado expuesto al flamenco, y espero que Córdoba sea una buena oportunidad.
-¿Es conocido el Festival de la Guitarra internacionalmente?
-Sí, lo es y tiene una buena reputación.
-Además de su actuación, impartirá una clase maestra. ¿Qué tratará de compartir con los alumnos?
-Bueno, tendremos muy poco tiempo para hacerlo, apenas dos horas, pero será interesante. La forma en la que aprendí a tocar la guitarra cuando era joven fue todo por mi cuenta. No fui a una escuela de música ni pude tener profesores. Lo tuve que hacer todo por mi cuenta. Así que lo que intento hacer en una clase maestra es tratar de explicarles a los alumnos las cosas que fueron importantes para mí cuando aprendí a tocar la guitarra.
-¿Y cómo son esas nuevas generaciones de guitarristas?
-Buf, son muy buenos, realmente buenos. Es como en el fútbol o el baloncesto. Las nuevas generaciones de guitarristas son sorprendentes técnicamente. Tienen un dominio enorme y tocan muchísimo mejor que yo cuando tenía su edad.
-Compagina su carrera con la de profesor en la Universidad de Nueva York Steindhart. ¿Qué método utiliza para enseñar?
-El jazz se puede aprender pero no se puede enseñar. Si tienes talento puedes aprender, pero si no tienes talento ni interés, es mejor que lo olvides. Esto no es como aprender geografía, álgebra o física. Tienes que querer hacerlo, tienes que amar la música. Si tienes habilidad para tocar y amor por la música, el jazz te llegará, pero no tengo ningún método para enseñar.
-¿Qué diferencias encuentra entre la forma de tocar jazz de los músicos europeos y de los americanos?
-Una de las mejores cosas que se han hecho en los últimos 20 años es que los europeos dijeron: "De acuerdo, vamos a hacer nuestro propio jazz sin copiar tanto el que se hace en Estados Unidos". Y creo que lo han hecho muy bien. La diferencia con los músicos americanos es que nosotros tenemos detrás una historia y tenemos que hacer las dos cosas, porque no podemos quedarnos anclados en el pasado. Creo que la mezcla de músicas y sonidos es la cosa más natural del mundo.
-¿Y dónde está el equilibrio entre la tradición y la modernidad?
-Te diré una cosa: no tendríamos música si no fuera por la tradición. La música es Historia, e incluso cuando encuentras gente que está haciendo cosas nuevas, éstas están basadas en la Historia, y eso es lo que realmente me gusta de la música.
-¿Cuáles son las influencias que más están afectando al jazz en los últimos años?
-He visto que en los últimos años se están haciendo cosas muy interesantes en Europa. En España se trabaja la fusión con el flamenco, y en Escandinavia se mezcla mucho con la música folk. Puede que en el norte de Europa sea donde se están haciendo cosas más interesantes, introduciendo sonidos electrónicos… Hay que tener la mente abierta, porque si suena bien y la gente que hace música tiene algo que decir puede funcionar. Depende principalmente de eso, de que haya algo que decir, un mensaje. Eso es más importante que la mezcla en sí misma.
-Entre sus actuaciones y giras, ¿cómo saca el tiempo para componer?
-Bueno, no siempre toco mi propia música, y además tengo la suerte de que toco la guitarra, así que es un instrumento algo más flexible. Puedo componer en una habitación de hotel, y no es como por ejemplo los pianistas, que necesitan estar en casa delante de su piano. Puedo componer en cualquier sitio, fuera de casa, donde sea. Hay veces que estoy un par de semanas fuera y compongo muchísimo, y a lo mejor después estoy cinco meses sin componer nada. De todas formas, siempre hay que estar en contacto con las musas, porque si no lo intentas, seguro que no va a pasar nada.
-¿Cuál es su próximo proyecto?
-Realmente, no lo sé. Tengo varias cosas en la cabeza, quiero hacer un trío con guitarra, batería y órgano. Tengo un trío con Bill Stewart y Steve Swallow con los que llevo tocando más de 30 años y me gustaría volver a tocar con ellos. Tengo mi propia banda y estamos probando algunas cosas electrónicas. Es curioso porque hasta ahora siempre teníamos claros los planes, pero ahora no sabemos lo que vamos a hacer para el próximo CD.
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