De lo jondo a la electrónica: Córdoba abre puertas al flamenco en Navarra

Festival Flamenco on Fire

El Festival Flamenco on Fire acoge hasta el 1 de septiembre un amplio abanico de actuaciones con la participación de los cordobeses Antonio Haya El Jaro y Antonio Migueles, Araceli Muñiz y José Luis Medina y Fernando Vacas

Todos los espectáculos de Flamenco on Fire

Antonio Haya 'El Jaro', Antonio Migueles y Fernando Vacas
Antonio Haya 'El Jaro', Antonio Migueles y Fernando Vacas / Paco Zurera | Miguel Collado | Cedida

Cuando el domingo 1 de septiembre el genial Remache de Málaga vuelva a ganarse al público con su cante y baile, Navarra pondrá el punto y final a siete días de flamenco en todos los formatos posibles. De la fuerza del baile de Manuela Carrasco al cante más personal de Israel Fernández con su inseparable Diego del Morao a la guitarra. Un recorrido por las seis cuerdas de las manos de este último, Josemi Carmona, Ricardo Moreno y Dani de Morón. La amalgama de estilos de Derby Motoreta’s o Califato 3/4. E incluso una nueva ventana a la electrónica de base flamenca. El festival Flamenco on Fire vuelve a hacer gala de diversidad en su XI edición, que bajo el lema planta-tacón rinde homenaje al baile y en la que varios artistas cordobeses dejarán patente todo lo que tiene que aportar la provincia en ese camino desde lo jondo a las obras derivadas de éste.

Esa hetereogeneidad es una seña de identidad del festival, que acoge una programación muy amplia (una quincena de espectáculos y una treintena de actividades gratuitas) y abierta, con la calidad como requisito fundamental. Como explica su director, Arturo Fernández, “la calidad, puede estar en cosas muy jondas o en algo muy fronterizo, como Califato. Nosotros programamos sin complejos y con la voluntad de generación de nuevos públicos. Planteamos distintas puertas de entrada al flamenco, al arte. A partir de ahí que entres por la de Juana la del Pipa, por la puerta de Raimundo o el espectáculo Alzapúa da igual. El objetivo es que el público se emocione, solo a partir de ahí se genera afición, cuando uno empieza a profundizar y se adquiere otro nivel”.

Esa programación sin complejos cuenta con un aliado en el territorio en el que se enmarca este festival: Navarra. En una tierra que no se ha ligado tradicionalmente al flamenco, la llama prendida por Agustín Castellón Campos Sabicas dio paso a la fundación Flamenco on Fire, dedicada a la difusión y promoción del flamenco, además de la de la obra del maestro de la guitarra. Y su ubicación supone que “estamos muy alejados del epicentro, de lo jondo, algo que nos posiciona como un outsider privilegiado del flamenco. La gente se fija en lo que hacemos, mucho, pero no estamos dentro de toda la vorágine que hay en Andalucía en torno a él”. Eso da más libertad para programar. Y también se refleja en “la predisposición que hay para escuchar, para dejar que el artista transmita independientemente de su propuesta, algo muy característico de este festival”.

Ballet Flamenco de Andalucía
Ballet Flamenco de Andalucía / Marcos Medina

La cita se ha abierto este viernes 23 en Viana con la actuación de Ángel Ocray y Luis Sánchez en el balcón del Ayuntamiento. Y este sábado llega la primera aportación cordobesa, el recital de Antonio Haya El Jaro, ganador del Melón de Oro del año 2022 del prestigioso Festival Internacional de Cante de lo Ferro de Torre Pacheco (Murcia), acompañado a la guitarra por Antonio Migueles. Seguiriya, soleá o caña son algunas de sus especialidades. Ambos inauguran el ciclo nocturno del Festival en Tudela (conservatorio Fernando Remacha, 23:00), en una actuación que se enmarca en una colaboración entre Flamenco on Fire y el festival murciano.

En un evento dedicado al baile, uno de los platos fuertes lo llevará el Ballet Flamenco de Andalucía con su Pineda, una versión del clásico de Federico García Lorca en la que se retrata a una Mariana Pineda muy granadina, muy del Albayzin, que representa a hombres y mujeres y su lucha por la libertad basándose para ello en la potencia del flamenco. En el elenco, otros dos cordobeses, Araceli Muñoz en el cuerpo de baile y José Luis Medina a la guitarra. El espectáculo se estrenó en la Alhambra el pasado 3 de agosto y el festival de Pamplona será su segunda parada en una gira que también lo llevará a Córdoba, el próximo 2 de noviembre en el Gran Teatro.

El productor y músico cordobés Fernando Vacas será el encargado de abrir una nueva puerta en el Festival con la inauguración de Electro On Fire, un escenario que surge este año no como un ciclo más, sino cómo una derivada, un evento relacionado. Como explica Arturo Fernández, “se trata de una propuesta que servirá de escaparate a proyectos, de colaboración y experimentación, que parten del flamenco pero cuyo resultado no tiene por qué ser flamenco”. Su requisito fundamental, aparte de esa base flamenca, es que sean propuestas en directo y de creación propia.

Cartel de Flamenco on Fire.
Cartel de Flamenco on Fire.

Así será en el caso de la sesión que Vacas presentará el próximo viernes 30 en la sala Zentral, tras el concierto de Raimundo Amador. “Será música orgánica, festiva, con una mezcla de muchos estilos: flamenco, cumbia, vanguardia alemana. Y contaré con una serie de invitados que irán subiendo al escenario, como Raimundo o el trompetista David Orduña, músico de jazz”. Una continuación del trabajo que ha venido haciendo el cordobés, que el pasado año preparó la pieza Arde Flamenco para el Festival. “Un nuevo foco hacia el flamenco, desde el respeto y con otros ojos. Intento dar otro punto de vista más contemporáneo”, explica. 

Esta apuesta entronca con la filosofía del Festival, que este año también abre una puerta a la sostenibilidad ambiental y social, con compromisos como la reducción del impacto ambiental o la promoción de una alimentación saludable y un amplio número de actividades con entidades sociales, como una actuación de Jerónimo Maya en Aspace, la celebración de un Día de las mujeres flamencas y diversas o un taller para niños. Una forma de utilizar el flamenco “para impulsar los valores y principios de sensibilización, participación y colaboración social para hacer de nuestro evento una vivencia cultural más accesible, diversa, solidaria y segura”, remarcan. Otra puerta, sostenible, para el flamenco.

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