Juan Carlos Rubio, dramaturgo: "Vivir sin pasión es una verdadera pena"

Entrevista

El autor montillano estrena en su pueblo su nueva obra de teatro, 'Querida Agatha', protagonizada por Carmen Morales y Juan Meseguer

Reivindica la "frivolidad" como parte importante de la existencia como clave para sobrellevar el día a día

Carmen Morales se meterá en la piel de Agatha Christie en la nueva obra de teatro de Juan Carlos Rubio

Juan Carlos Rubio, en el Teatro Garnelo de Montilla. / El Día

Córdoba/Desde niño, la interpretación, el teatro y el drama bombean el corazón de Juan Carlos Rubio (Montilla, 1967), con una prolífica carrera a la que este septiembre suma un nuevo estreno, Querida Agatha, que estrena en el Teatro Garnelo de Montilla el día 8 como colofón a las Fiestas de la Vendimia, de las que él mismo ha sido nombrado pregonero y capataz de honor. "Me hace una ilusión enorme", confiesa en conversación con El Día días antes de volverse a subir a las tablas porque, en esta ocasión, también se ha reservado un papel en la función. "Está muy bien que nos apasionemos con lo que hacemos, sea lo que sea, porque es una parte muy importante de nuestra vida", reflexiona. Y habla, por supuesto, con pasión.

Pregunta.En su currículum pone que es guionista, director, autor, productor y dramaturgo. ¿Cómo le gusta definirse?

Respuesta.Las etiquetas no son buenas. A mí lo que me apasiona y lo que me interesa es contar historias, y todos esos términos tienen mucho que ver. A veces las cuento con el texto de otro autor, otras con el mío, colaborando en la producción o al inicio de mi carrera como actor, pero en el fondo lo que me gusta es contar historias que puedan interesar al público.

P.¿Qué significa para usted el teatro?

R.Es una manera de vivir, de entender mi vida y de dar sentido a mi vida. Evidentemente, el teatro no es lo único para mí, pero sí que ocupa una parcela muy importante. Es donde puedo volcar mi creatividad y donde he encontrado la forma de articular la necesidad que tengo desde pequeño de comunicarme.

P.Es un mundo que puede ser complicado, ¿cómo dio el paso de apostar por el teatro?

R.Cuando echas la vista atrás, te das cuenta de que se trata de un cúmulo de esfuerzo, trabajo y casualidad, porque lo cierto es que hay muchas casualidades que suceden. Es decir, a mí hay muchísima gente que me ha ayudado en mi carrera, pero también he trabajado muchísimo. Son dos elementos que se juntan.

P.¿Cambia el teatro vidas?

R.Cualquier experiencia a la que nos abrimos puede modificar vidas, y esta también porque encima del escenario vemos una historia. Los griegos inventaron el teatro precisamente para resolver conflictos de todo tipo y que el público pudiese ver reflejado ahí un trozo de su vida y aprender. Lo que leemos, lo que vemos en un escenario, en una pantalla de cine o incluso en un cuadro, todo lo que aportan la cultura y el arte, nos puede ayudar a entender mejor la vida.

P.El teatro puede ser muy profundo, pero también un mundo muy frívolo, ¿no?

R.La frivolidad es una parte fundamental de la vida también, porque una vida tan intensa sería difícil de llevar adelante. Ese objetivo final que buscas en un público, remover conciencias con asuntos de actualidad como la xenofobia o el maltrato, es esecial. Pero también reivindico el entretenimiento y la frivolidad, entre comillas, como un aspecto que necesitamos. Tenemos que entretenernos.

"Más que nervioso ante el estreno, estoy ilusionado"

Juan Carlos Rubio, con el cartel de 'Querida Agatha'. / El Día

P.La próxima semana estrena en Montilla Querida Agatha, protagonizada por Carmen Morales y Juan Meseguer. Las entradas se agotaron en horas, ¿hay nervios?

R.Emoción, siempre hay mucha emoción. Nervios no porque tengo un equipo maravilloso con el que he hecho este viaje, tanto encima del escenario, con Carmen Morales y Juan Meseguer, como con todos los creativos que han arropado esta función tan fabulosa. Y además estoy en mi casa, en Montilla. Me siento muy arropado, por supuesto por el Ayuntamiento, pero sobre todo por toda la familia, por todos los amigos y por toda la gente que está comprando las entradas. Así que, más que nervioso, estoy emocionado.

P.¿Cómo surge la idea de mezclar a Agatha Christie con Benito Pérez Galdós, dos personajes tan diferentes a priori?

R.Viajo a menudo a Canarias, me gusta mucho ir allí, y estando una vez en el Puerto de la Cruz, en Tenerife, descubrí una escultura de Agatha Christie. Empecé a investigar y descubrí que ella visitó la isla en 1927 huyendo de una crisis personal y profesional. Allí se refugió y recuperó las ganas de vivir. Sobre esa historia real, con una Agatha Christie confundida, en un momento muy difícil, en una noche decide que... Bueno, no quiero hacer spoiler. En resumen, tiene un momento muy complicado, llaman a la puerta y es un señor que viene a verla. Ese hombre resulta ser Benito Pérez Galdós, canario. Juntar a estos dos genios es fabuloso tanto por su trabajo literario como por las vidas que ambos vivieron. Es un patrimonio humano gigantesco.

P.¿Qué le llamó la atención de ambos?

R.Son dos tremendos novelistas y dramaturgos, dos personas apasionadas de su trabajo, cosa que me gusta. Está muy bien que nos apasionemos con lo que hacemos, sea lo que sea, porque es una parte muy importante de nuestra vida. Vivir sin pasión es una verdadera pena, hay que intentar encontrarle la parte más lúdica a todo, eso me gusta. Y ellos fueron dos grandes apasionados, dos seres muy talentosos tocados por un don divino. A esto se une las vidas tan interesantes que vivieron, con guerras y momentos políticos y sociales muy importantes. Todo esto me sirve para hablar del presente, como suelo hacer en mis obras. Reflexiono sobre la pérdida de ilusiones, la crisis, la salud mental, la conflictividad política. Hay muchas cosas que, aunque ocurrieran entonces, siguen pasando ahora.

P.Volviendo a Montilla, lo han nombrado pregonero y capataz de honor de la Fiesta de la Vendimia. No puede haber una cosa más montillana, ¿qué siente?

R.Una inmensa alegría y un enorme honor. También una fabulosa responsabilidad, todo junto. Digamos que cerrar la Fiesta de la Vendimia con Querida Ágata ya era todo un honor, pero cuando Rafael Llamas, el alcalde, me llamó para preguntarme si aceptaba, le dije que por supuesto que sí. ¿Cómo no lo voy a aceptar? Es una fantasía para mí. No sé si en realidad estoy usurpando un cargo, porque me siento un poco usurpador cada vez que me dan un reconocimiento, pero desde luego estoy muy feliz. Me esforzaré por llevar el nombre de Montilla y sus vinos allá donde vaya.

P.¿Suele tomar vino de Montilla?

R.Toda la vida en mi casa se ha tomado vino de Montilla, y lo sigo tomando. Mi padre trabajó en la delegación de Madrid de las bodegas Alvear durante 25 años. Y mi padre y mi tío tuvieron bares en Montilla toda la vida, así que el vino en nuestra vida ha sido un elemento muy recurrente y muy querido.

P.¿Qué vino aconsejaría a alguien que nunca ha probado un Montilla-Moriles?

R.Como capataz, tengo que decir que hay que darle una oportunidad a todos y cada uno. Son variados, son ricos y están premiados en todo el mundo por su sabor y por su intensidad. Lo mejor es ir probando hasta encontrar el que calce mejor con su personalidad.

Juan Carlos Rubio, en el Teatro Garnelo de Montilla. / El Día

P.Ha estado nominado al Goya, ha ganado la Biznaga de Plata y el Premio Andalucía de Teatro, por solo citar varios de una larguísima lista de reconocimientos, ¿de cuál se siente más orgulloso?

R.De ser pregonero y capataz de la Vendimia de Montilla. Todos los premios son una palmada en la espalda, unas veces por parte de los compañeros y otras veces por parte del público, y te dan un empujón y ganas de seguir adelante. Desde luego, siempre los agradezco de corazón. Y en este momento, ser el capataz y pregonero en Montilla me hace una ilusión enorme.

P.¿Qué debe tener un buen guion para que enganche?

R.Emoción y arquitectura, entendiendo como tal una buena construcción. De esa mezcla de técnica y pasión surgen las buenas historias.

P.En su caso, ¿cómo es el proceso creativo? ¿Cómo llega a las historias que quiere contar?

R.Pues a veces surgen de la casualidad como decía antes. A Agatha me la encontré paseando por el Puerto de la Cruz. Cuando vi la escultura me dije, ¿pero esta mujer qué hace aquí? Y luego leí que estuvo una temporada larga en Tenerife y me hizo gracia. ¿Qué le pasaba? ¿Qué hacía allí? Descubrí cosas increíbles, como que fue una de las primeras mujeres que se aficionó al surf. Tenía su tabla y viajaba con ella, hay fotos de ella surfeando en la playa en 1927. Entonces empiezas a darte cuenta de que estos grandes personajes atesoran grandes historias. El proceso de documentación es muy importante, leer su obra y su biografía. Con todo esto, comienzas a llenar un cajón que luego tienes que ordenar. Es un ejercicio de exploración, de riesgo, de libertad, de equivocarte. Y luego, como tengo el enorme privilegio de escribir mis textos, en la sala de ensayos puedo seguir probando. En esta ocasión cuento con dos actores maravillosos, Carmen Morales como Agatha Christie y Juan Meseguer como Benito Pérez Galdós. Cada día en el ensayo me devuelven muchísima información sobre lo que he escrito y me permiten reescribir, anotar, puntualizar y añadir. Está siendo un proceso maravilloso.

P.¿Evolucionan mucho los textos?

R.El hecho de ser autor y director hace que mis textos estén en continuo examen desde la primera lectura con los actores hasta prácticamente el día del estreno. Y esta es una de las cosas maravillosas que tiene el teatro. He hecho cine y televisión y me gustan también, pero en el teatro encuentro el espacio idóneo para probar las cosas con calma y eso me satisface mucho como creador.

P.¿La inspiración no llega por arte de magia?

R.Hay una frase que siempre se suele decir: la inspiración me pillará en mi mesa de trabajo. Esforzarse es la única manera de crecer como profesionales y estar a la altura. Es lo que he intentado siempre y desde luego ha sido fundamental en este camino.

P.¿Qué obra de teatro le habría gustado escribir?

R.Soy muy envidioso, y son muchas. Digamos que tanto obras de los grandes genios de la literatura como otras de compañeros y compañeras que escriben en la actualidad. A veces voy a una función y digo madre mía, yo no soy capaz de hacer algo así de fantástico. Pero es una envidia buena, porque es una maravilla que haya gente tan talentosa, de la que aprendo continuamente. Desde pequeño soy muy esponja y he leído mucho y he visto mucho teatro. Puedo citar desde Lorca hasta Shakespeare, pasando por Calderón, Lope de Vega o mil cosas más que me han hecho amar el teatro y me han influenciado.

"Kiti Mánver es un regalo en mi vida personal y profesional"

P.Aunque tiene el estreno en cuestión de una semana, ¿prepara ya algo para el futuro?

R.Tengo la enorme suerte de que muchos actores y productores confían sus proyectos en mí, así que en octubre comenzaré a ensayar el monólogo Una madre de película, escrito para Toni Acosta, que es una actriz y una mujer maravillosa. Lo estrenaremos en diciembre y luego, enseguida, en el mes de marzo, estreno otro texto que se llama Música para Hitler, que escribí con Yolanda García Serrano. Los protagonistas son Carlos Hipólito, Cristóbal Suárez y Kiti Mánver, y contamos una historia basada en otro personaje real, el músico Pau Casals. Será la décima ocasión en que trabaje con Kiti Mánver en teatro. Es un regalo en mi vida personal y profesional, una mujer con una personalidad maravillosa.

P.Si no me equivoco, tiene actualmente cinco obras de teatro en cartel, ¿lo considera un privilegio?

R.Es un lujazo. Los autores queremos estrenar y que el público vea nuestras obras y los directores, tener continuamente obras girando por España. Así que gracias de verdad a todos los productores y programadores que confían en mi trabajo.

P.¿De qué historia se siente más orgulloso?

R.Esto es como preguntarle a un padre por sus hijos. Cada una de las obras que he escrito ha llegado en un momento de mi vida por alguna razón o por alguna necesidad, y yo les abro los brazos a todas. Ahora mismo, claro, diría que Querida Agatha, pero es injusto dejar de lado a las otras. Así que yo digo que tengo una familia numerosa. La de verdad, porque somos seis hermanos, y la teatral, que también somos muchísimos.

El dramaturgo Juan Carlos Rubio. / El Día

P.¿Y cómo se lleva con todos esos familiares? Porque en la vida real suelen surgir crisis.

R.Pues es como con una familia real, que a veces no entiendes algo. Son etapas, y al final te reconcilias. ¿No la vas a querer, si es tu sangre y hay un vínculo tremendo? Es como una relación de hermanos o de padres e hijos.

P.¿Se atrevería a dar algún consejo a alguien que quiera dedicarse al mundo del teatro?

R.Que nunca hay que perder la fe y que hay que trabajar duro. También hay que saber ver las oportunidades que pasan y, sobre todo, creer firmemente en tus posibilidades y prepararte para que se puedan cumplir. Son muchos consejos juntos aunque, en el fondo, solo es uno: no abandonar tus sueños.

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