Una muestra en Madrid revisa la obra del artista cordobés Ángel Luque

La galería José de la Mano exhibe hasta el 15 de febrero una selección de las creaciones de un referente de la abstracción geométrica

Luque (años 70), en una imagen facilitada por la familia.
Luque (años 70), en una imagen facilitada por la familia.

Experimentador y coherente. Así fue Ángel Luque, artista cordobés que desarrolló su obra en el ámbito de la abstracción geométrica, fallecido la pasada primavera a los 87 años y cuyo trabajo reclama una revisión. Así lo entiende la galería madrileña José de la Mano (calle Zorrilla, 21), que presenta al público, proveniente del taller del creador, una cuidada selección de su obra geométrica -pinturas, pequeñas esculturas de plexiglás y delicados collages- que abarcan más de medio siglo de arte, bajo el título Ángel Luque - Geometría Madrid-Caracas-París. Visitable hasta el 15 de febrero.

Y es que la capital española, la venezolana y, a partir de 1968, la francesa (donde fue uno de los españoles en nómina de la mítica galería Denise René, junto con Francisco Sobrino y Equipo 57) fueron las ciudades más relevantes en la vida de Luque. Durante su estancia en Madrid (1948-1955) trabajó como creativo en la agencia de publicidad La Universal y participó en algunas exposiciones colectivas como Homenaje a Goya en el Círculo de Bellas Artes (1954) y Artistas de hoy en la galería-librería Fernando Fé. Poco antes de su partida hacia Venezuela también protagonizó una exposición individual en la galería Buchholz (1955).

Sus años en Caracas (1955-1967) fueron de consolidación de un estilo personal, decantándose hacia una experimentación con el lenguaje geométrico. Muy pronto despertó el interés de la crítica venezolana por sus cuadros enviados al XXI Salón Oficial Anual. A partir de 1960 se incorporó a las actividades del Salón Espacios Vivientes (Palacio Municipal de Maracaibo) y el Salón Experimental, entrando a formar parte del grupo El Techo de la Ballena. Llegó también a ser presidente del círculo de artistas jóvenes Pez Dorado. En 1962 expuso en la galería El Muro con Luisa Richter y en 1963 con Luisa Palacios y Humberto Jaimes Sánchez. En este periodo trabajó en grabados de gran relevancia, que parten de estructuras geométricas de trazo libre y derivan en formas inspiradas en el grafiti y el dibujo infantil. Entre 1962 y 1963 realizó escenografías para el grupo de teatro del Instituto Venezolano-Italiano de Cultura (Caracas). A partir de 1964 su militancia política le hizo interesarse por la temática social, llegando a estar implicado en el secuestro de Alfredo Di Stéfano (agosto de 1963). Entró incluso en la cárcel por el secuestro del coronel Smolen (octubre de 1964).

A partir de 1968 se instaló en París y comenzó a trabajar como ayudante del artista cinético venezolano Jesús Soto, entrando en contacto con el grupo de artistas de Nouvelles Recherches. A partir de 1969 sus obras comienzan a ser expuestas en la galería Buchholz de Múnich, pero lo que marcaría realmente la carrera de Luque fue su presencia en la exposición Position, que se celebró en la galería Denise René, entre julio y septiembre de 1969. En esta etapa parisina comenzó su experimentación con el plexiglás para sus esculturas.

Desde estas fechas, y a través de las muestras y ferias en las que participó, siguió experimentando con el lenguaje geométrico en todos los soportes plásticos.

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