Esta noche me suena
firmado: mister j.
Un volumen doble de EDT recupera las historietas de Ramón de España y Montesol 'La noche de siempre' y 'Fin de semana'
Leí por primera vez las dos historietas de este álbum doble de Ramón de España y Montesol a finales de los 80: La noche de siempre en la edición de Star Books, de 1982, y Fin de semana en la de Laertes, de 1983 (si no me traiciona la memoria), y me fascinaron entonces la cáscara de vitalidad y humor sanguíneo, la chispa posmoderna, el desenfado. Tanto que conservo ambos libros con otras de mis numerosas historias preferidas del tebeo español de aquella época. Antes de releerlos en este volumen doble de EDT, del guion recordaba la frescura de los diálogos, el equilibro entre naturalidad y artificiosidad, el tapiz de personajes y referencias y una sensibilidad cínicamente tierna, a lo Woody Allen en Manhattan, pero en plan nuestro. Del grafismo, por su parte, el descaro de la línea y su soltura; cómo Montesol tomaba el orden de la klare lijn y devolvía un territorio nervioso, juvenil e interesante, las estupendas caracterizaciones, la sorprendente riqueza de movimientos y de expresiones faciales y corporales bajo una aparente simpleza, el ritmo fenomenal y el no menos fenomenal trabajo con las tintas. Y ya releídos, todo sigue aquí, intacto.
Reza la portada de la nueva edición que son "dos clásicos de la Barcelona de los 80", y es verdad que el tiempo los ha convertido en sendos retratos generacionales -del mismo modo que ¿Qué he hecho yo para merecer esto? o los carteles de Javier de Juan resultan crónicas de un Madrid que ya no existe-. Pero leídos en su día eran simple y llanamente dos historias de amor y amistad, hechas de realidad y de ficción, cuentos dibujados sobre la experiencia de ser joven e ir de fiesta en "una época y lugar", tal como explica Ramón España en el epílogo que incluido en la reedición. "De hecho ser joven", dice también, "viene a ser lo mismo en todas las épocas, y quienes ahora tengan veintitantos años y pugnen a diario por distanciarse del rebaño, seguro que también cometen excesos de uno u otro tipo, hacen el ganso sin tasa y aspiran a una vida plena y cargada de estímulos".
De España nos informa de que quedó en proyecto una tercera colaboración con Montesol: "habríamos completado nuestra particular trilogía del horror juvenil y contemporáneo con una tercera historia que no llegué a escribir, pero cuyo argumento y tono general le bastaron a mi socio para rechazarla. Que me aspen si sé de qué iba, pero Monte insistió en que era de un pesimismo insoportable y en que él no se había metido a dibujante para amargarle la vida a la gente". Además de guionista y dibujante, estas dos novelas gráficas comparten algunos personajes, tono y situaciones de fondo, y es verdad que pueden leerse como una sola obra. Vistas de este modo, La noche de siempre y Fin de semana describen tanto la fiesta interminable como su inesperado final, y resultan una lectura redonda, que termina justo cuando empieza la resaca. Tonight / We are Young, el resto ya es cosa de cada uno.
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