"Hay que dar un punto de frescura a la copla para llegar a más público"

La Trini. cantante

La artista cordobesa presenta en el Teatro Góngora su disco 'Las arañas de Marte' y anticipa algunos temas de su innovador trabajo 'Saeta', donde mezcla este género con la electrónica

La Trini, en la Cuesta del Bailío, antes de la entrevista.
La Trini, en la Cuesta del Bailío, antes de la entrevista.
Ángela Alba Córdoba

07 de marzo 2015 - 05:00

Trinidad Álvarez Beltrán (Córdoba, 1979), conocida artísticamente como La Trini, presentará esta tarde (20:30) en la Sala Polifemo del Teatro Góngora su disco Las arañas de Marte, en el que funde flamenco y jazz. En 2013 ya adelantó en la ciudad algunos temas de este trabajo para un público reducidopero hace muchos años que no ofrece aquí un concierto; desde sus tiempos de recitales en los Patios, cuando todavía vestía bata de cola. Además, en el Góngora anticipará algunas canciones de su innovador disco Saeta, en el que mezcla este género con música electrónica y sinfónica. En las próximas semanas marchará a Sudamérica y el 15 de agosto volverá a Córdoba para actuar en el Patio de los Naranjos e interpretar El amor brujo junto a la Orquesta Presjovem en su 25 aniversario.

-¿Cómo será el espectáculo que presentará en el Teatro Góngora?

-Incluirá Las arañas de Marte, haremos el repertorio completo y luego presentaremos un poco de Saeta. Conmigo vendrá la banda de siempre: Gerardo Ramos al contrabajo, Manuel Molina al piano, Antonio Pastora, que además es el productor y autor de las letras, a la batería; y tendremos un invitado especial, Marco Vargas, un bailaor sevillano maravilloso.

-Lleva un tiempo rodando con Las arañas de Marte. ¿Qué resultado está teniendo?

-En primer lugar era algo muy arriesgado. Sacar un trabajo discográfico al mercado hoy en día era una locura, pero nosotros estamos locos. Antonio Pastora y yo decidimos unirnos en el arte sentimentalmente, es mi media naranja artística porque yo no soy autora y a veces para una cantante es muy difícil sentir esas historias como tuyas. Las arañas de Marte salió a la venta en diciembre de 2013 de manos de la discográfica independiente Youkali y, si miramos un año atrás, estamos muy contentos porque vamos creciendo poco a poco con pasos sólidos. Nos vamos creando un público al que le gustan estas historias y le gusta La Trini. Hace poco decidimos sacar este Saeta. Como cordobesa, quería darme ese capricho de sacar un disco de saetas desde mi visión. Uno nace en un lugar y absorbe una determinada música, pero luego la vida, la experiencia, me ha llevado a empaparme de música cubana, brasileña, francesa... Y todo eso se refleja en nuestros trabajos.

-¿En qué momento decides meterte en el proyecto de Saeta?

-Realmente el que me empujó fue Antonio Pastora. Él sabía de mi inquietud y mientras hacemos nuestros tercer trabajo, que se llamará El caimán de Nueva York, nos metimos en este proyecto. Teníamos las cosas muy claras y ha fluido.

-¿Cómo habéis hecho la selección de saetas?

-Yo siempre he tenido unas letras y estilos determinados que me han llamado la atención, en los que me muevo mejor. Hemos cogido una saeta cuartelera de Puente Genil a capela, una saeta antigua de Córdoba que cantaba La Talegona... La selección fue fácil debido a que siempre he tenido unas letras muy determinadas a las que he sido fiel. Fue más complicado adaptar ciertas músicas a mi forma de cantar, porque la saeta es libre. Al estar musicadas, uno debe ceñirse a un compás determinado, pero ha sido algo muy natural. He descubierto muchas cosas y muy bonitas.

-Ustad cantaba saetas y copla. Ahora es una coplera moderna.

-Hace mucho tiempo que decidí, no abandonar la copla, porque creo que eso no se deja nunca, está en tus raíces, pero soy una mujer muy curiosa y quería llegar a otras músicas. El tema de la copla y el flamenco se nota en mis trabajos, por ejemplo Las arañas de Marte tiene ese punto de música de raíz. Y este Saeta no es una reivindicación, pero sí parte de mi corazoncito.

-Quizás es un trabajo algo arriesgado...

-Es muy arriesgado y somos muy conscientes de ello, pero creo que tienen que llegar nuevos vientos a todas las músicas, al flamenco igual. Se hermana con las músicas del mundo y no riñen entre sí: tanto la saeta como la música africana o incluso electrónica se casan de forma bonita si quieren.

-¿Por qué animaría a escuchar este trabajo a gente que no está acostumbrada a las saetas?

-Muchas veces el público sorprende. Al principio pensábamos que la gente que está más acostumbrada a escuchar saetas iba a ser más crítica con nuestro trabajo, o le iba a chocar más porque la saeta está muy arraigada en Andalucía. Pero no, la gente es más receptiva de lo que incluso ellos mismos creen. Los que no conocen la saeta están más abiertos a recibirla de esta forma. Además, es un vehículo más fácil o digerible para los que no están acostumbrados a ella porque es bastante jonda.

-¿Cómo es la reacción del público?

-Todo lo que tiene que ver con el Sur encanta de Madrid hacia arriba y en el extranjero apasiona porque en la música andaluza hay mucha verdad y mucho corazón, y eso es lo que recibe el público.

-¿Por qué pasó de la bata de cola a la fusión?

-Simplemente ha sido una evolución. Sí es cierto que he sido quizás una adelantada en ese sentido. Las coplas son joyas maravillosas de una época determinada y es muy difícil ahora encontrar autores que plasmen ese espíritu. Es imposible porque ahora sentimos de forma diferente, vestimos de forma diferente, amamos incluso de forma diferente. Por otra parte, para llegar a más público hay que dar un punto de frescura a la copla porque, aunque ahora la canta mucha gente joven, no lo tiene. Yo me quitaría la bata de cola, aunque son reliquias y las tengo guardadas en casa. Creo que la copla se ha deteriorado con el tiempo, sobre todo por la asociación que hacían con el régimen y esa casposidad, pero por ejemplo Pasión Vega ha sabido adaptarla muy bien a los tiempos. Ella no suena a antigua, aunque tiene una voz que nos recuerda a Concha Piquer, pero es aire fresco. Debería haber más Pasiones Vega, y eso tiene mucho que ver con la cultura. Tenemos que dar un paso adelante en la cultura musical en general en España, todavía nos queda un poco respecto a otros países europeos.

-¿Me puede adelantar algo de El caimán de Nueva York?

-Estará en la línea de Las arañas de Marte pero quizás más movido, con mucho swing, bolero, tango y más jazzístico, todo con esa mezcla aflamencada.

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