Rafael del Campo reivindica al hombre unido a la naturaleza en 'Los pulsos que nos doblegan'

La naturaleza, la memoria y los valores tradicionales son el paisaje en el que se desarrolla la novela Los pulsos que nos doblegan, del jurista y escritor cordobés Rafael del Campo Vázquez. Una obra que reivindica al hombre unido a la tierra y que este jueves se ha presentado en el salón de actos de la Fundación Caja Rural del Sur ante un nutrido público.

Rafael del Campo ha expresado su satisfacción por encontrarse rodeado de tantos amigos y amigas, muchos de ellos de los ámbitos jurídico y literario, a los que agradeció su asistencia. Ante ellos resaltó la coherencia temática y estética de la novela, su gusto por las imágenes campestres, por los símbolos rurales y por unos textos que reivindican al hombre unido a la naturaleza, a la convivencia y a la paz entre hermanos. Porque ese hombre arraigado a la tierra, ha asegurado, es el hombre auténtico, sólido, consciente y difícilmente manipulable, que tiene la capacidad de reaccionar y mejorar el mundo deshumanizado, artificial y contradictorio que le ha tocado vivir.

En ello lo ha corroborado el editor del libro (Ánfora Nova), José María Molina Caballero. Este ha esbozado los aspectos más destacados de la configuración, significación y contextualización de la novela, de la que ha resaltado la brillantez y singularidad de esta obra “muy completa en su forma y contenido. Una novela que trasmite sensibilidad, emoción y autenticidad, logrando configurar un gran libro donde la naturaleza, la memoria y los pulsos de la vida en una época histórica muy complicada, como es la Guerra Civil, se erigen como principales ejes estructurales… Una obra en la que se evidencia una emoción que palpita intensamente en las ambientaciones, escenografías y descripciones paisajísticas que sumergen al lector en un entorno natural muy conmovedor, en donde se percibe la defensa de los más arraigados valores tradicionales, como la amistad, dignidad o el amor a la naturaleza".

El editor ha valorado la destreza narrativa del autor, que a su juicio a dado lugar a una novela con una excelente trama argumental, buenas descripciones y caracterizaciones psicológicas de los distintos personajes, así como un tenaz ensamblaje de los contenidos argumentales de esta novela "que no deja indiferente al lector".

El director de Ánfora Nova destacó, igualmente, los aspectos formales y estéticos de este libro, como su portada, obra del pintor y académico Francisco Escalera, "un relevante artista plástico cordobés que atesora multitud de importantes premios y distinciones", y cuyas obras forman parte de cientos de colecciones privadas e institucionales de más de una docena de países.

El escritor Joaquín Pérez Azaústre, por su parte, ha destacado la amistad que le une tanto al autor como al editor del libro, con quien ha colaborado en diversos proyectos culturales de la revista literaria Ánfora Nova. En referencia a la novela, Pérez Azaústre ha destacado el entorno rural donde se desarrolla esta historia sencilla y conmovedora historia.