Robe Iniesta: “No creo que sea necesario entender el arte, simplemente te tiene que emocionar”
Música
El artista extremeño recorre Andalucía con su gira ‘Ni santos ni inocentes’, que mañana para en Sevilla l El veterano asegura que “hay gente muy joven que viene a los conciertos”
Concierto de Marc Anthony en Sevilla
Ni santos ni inocentes es el título del espectáculo con el que el legendario músico extremeño Robe Iniesta está recorriendo España y cuatro décadas de trayectoria, con una especial mirada a su último trabajo, Se nos lleva el aire (2023), y que mañana llega a la Plaza de España, al Icónica Santalucía Sevilla Fest. Le siguen conciertos en Córdoba (5 de julio), Úbeda (6 de julio), Almería (26 de julio), Málaga (27 de julio), San Fernando (16 de agosto) y Granada (20 de septiembre).
–¿Qué va a encontrar el espectador que acuda a su concierto? –Sobre todo, el disco que estamos presentando, Se nos lleva el aire. Y también canciones de los otros discos míos en solitario, de los dos primeros (Lo que aletea en nuestras cabezas, 2015; Destrozares, 2016) y también de Mayéutica (2021). Y habrá algunas canciones antiguas de Extremoduro.–Tras cuatro décadas en activo, ¿qué le motiva a Robe Iniesta para salir a la carretera?–El cariño de la gente, ver cómo responde a las canciones cuando les ofreces temas nuevos. Eso es lo que te mueve. En cuanto tienes temas nuevos quieres grabarlos y en cuanto los tienes grabados, quieres salir a tocarlos. Es lo que me mueve: tener material nuevo. A mí, por lo menos, si no hay material nuevo no me motiva tanto la gira. –A alguien de su trayectoria, autor de una colección de temas que ya forman parte de la historia de la música en español, le tiene que costar muchísimo seleccionar las canciones que se lleva a una gira.–Como siempre, eso ha sido difícil. La frase más repetida en los ensayos era “pero está cómo no la vamos a tocar”. Al final, bueno, pues tienes que ir cambiando un poco los temas, que es lo que estamos haciendo en esta gira. Al final, la frase de los ensayos, “cómo no la vamos a tocar”, sale y por eso hemos preparado muchos temas, para que todos los conciertos sean un poquito diferentes. –Es de suponer que Se nos lleva el aire contará con gran protagonismo en su actuación del próximo viernes. Un disco que ha sorprendido, ya que muestra a un Robe Iniesta pleno de facultades, incluso en un momento dulce de su trayectoria.–Con el retraso de Mayéutica, que estaba compuesto de antes, y todo lo que sucedió en el confinamiento, he tenido más tiempo para poder componer. Pero nunca se sabe cuando va a salir una canción. No puedo predecir nunca si me va a salir un tema o no. Salen y salen y sí y ahora, la verdad, estos últimos años, pues han sido bastante dulces, en ese sentido.
Estoy contento, pero puedes encontrarte mal y crear canciones alegres. Son cosas que no puedo planificar”
–Su último trabajo transmite tranquilidad, sentirse a gusto con su momento y con su versión actuales. –Sí, estoy en un momento muy bueno: muy contento con la banda y muy contento con el disco y con cómo están siendo los conciertos. Pero eso no tiene nada que ver. Puedes estar en un mal momento y crear canciones alegres, buscando dónde quieres estar. Por estar muy alegre no te tienen que salir canciones muy alegres. Sé que las canciones son cosas que me están rondando en la cabeza, pero nunca está tan así: estás contento y haces un tema alegre. Realmente no sé cómo funciona. Yo me pongo a tocar y sale un tema y a veces digo: venga, voy a hacer un tema alegre. Y a la mitad digo: coño, dónde se ha torcido esto. Son cosas sobre las que no tengo ningún dominio ni es posible para mí tener una planificación. –Detengámonos en El poder del arte, una de esas canciones llamada a ser un himno en su trayectoria. ¿Cómo surgió?–Esa canción salió la última, sin tener ninguna presión: si sale algo estupendo y si no sale nada, no pasa nada. Eso me sienta bien, el decir: no tengo por qué hacer nada; si me sale algo, estupendo. No sentir ningún tipo de presión creo que me ha hecho bien y esa precisamente fue la última que compuse.
–Una canción de amor, esperanza, arte y redención y con un final muy Robe…–Un poco incendiario, ¿no? (risas). No sé, no puedo decir mucho del momento de la composición. Me dejo llevar, nunca sé lo que va a salir y van saliendo cosas. Para mí el último y único filtro es que me emocione. Si las cosas me emocionan… pues ya me vale. Y si a la vez me hacen pensar un poco, pues doble objetivo conseguido. Lo principal es que me emocione, ni siquiera tengo por qué entenderlo. No creo que sea necesario entender el arte, simplemente te tiene que emocionar.
Compongo sin tener ninguna presión: si sale algo, estupendo, pero si no sale nada no hay ningún problema”
–La misión de un creador es la de emocionar, pero también en ocasiones es la de molestar, ¿no cree?–Bueno, a veces. El arte vale para todo. A veces te tiene que hacer pensar, a veces te tiene que incordiar, tiene que conseguir que te hagas preguntas, que te plantees cosas. Pero sobre todo el arte te debe emocionar. Si llega todo lo demás, estupendo. –¿Se siente cómodo en la actual escena musical española, cree que existe una nueva gran banda de rock?–No estoy muy al día, pero claro que hay bandas de futuro. Pero tengamos en cuenta, y no es algo que suceda ahora, que el rock en España siempre ha sido música de minorías, que hay que buscar, un poco underground, que sigue sin tener presencia en los medios generalistas. Cada día es más difícil que salgan bandas, antes las compañías apostaban más. Y también tengamos en cuenta que para los chavales es mucho más fácil pillar un ordenador y hacer temas, que buscar a compañeros para montar una banda, instrumentos, un local… –Me he sorprendido al preparar esta entrevista del predicamento que tiene entre chavales muy jóvenes, especialmente en la red TikTok. ¿Es consciente de ello, percibe ya en los conciertos la incorporación de una nueva generación?–Sí, y lleva pasando un tiempo. Por eso dividimos la pista, cerca del escenario, en dos zonas, una más tranquila y otra más marchosa. Nos dimos cuenta de que a los conciertos empezaron a venir gente muy joven, con otra manera de ver el directo. Antes, estar delante suponía un poco ir a la batalla, pero esto empezó a cambiar, con la llegada de este público, que se agarra a la valla y quiere ver la actuación con mucha atención, de otra manera, más estática. Por eso se nos ocurrió dividir la parte delantera en dos, una para hacer más el cabra, y otra para estar más tranquilos, pero sin exagerar. Es muy bonito y emocionante que venga gente muy joven a nuestros conciertos.
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