"Estamos en una sociedad del espectáculo y es fácil que aparezca el disfraz, la careta"

Fernando Delgado. Escritor

El autor canario presenta a las 20:00 'También la verdad se inventa', una novela ambientada en un programa nocturno de radio y en la que ahonda sobre la identidad sexual y las falsas apariencias

Fernando Delgado presenta esta tarde 'También la verdad se inventa'.
Ángela Alba / Córdoba

24 de abril 2012 - 05:00

El salto a los medios de comunicación hace una década de situaciones escandalosas protagonizadas por distintos políticos conservadores de Inglaterra fue el punto de partida de También la verdad se inventa (Planeta), la última novela de Fernando Delgado (Santa Cruz de Tenerife, 1947). En ella el autor ambienta la acción en un programa nocturno de radio en el que la locutora invita al público a compartir sus insatisfacciones. La intervención de una oyente anónima iniciará una serie de divagaciones y especulaciones sobre su identidad sexual que acabará por implicar también a la propia locutora. Fernando Delgado presenta esta tarde a las 20:00, en compañía de Joaquín Pérez Azaústre, También la verdad se inventa en la Feria del Libro.

-¿Qué temas aborda en esta novela?

-Fundamentalmente el del derecho a vivir nuestro imaginario, pero también el de la identidad sexual. La identidad sexual es un pretexto para precisamente defender la posibilidad de varias identidades o la manera de encontrarse las identidades. En definitiva, es la libertad de nuestras distintas personalidades.

-En este libro vuelve a la radio a través de las palabras. ¿Por qué se centra en ella?

-La radio vive en mí porque la radio me eligió un día que fui a realizar un programa del colegio y ya me quedé allí para siempre. A pesar de que la radio me eligió y vive en mí era un recurso literario. Necesitaba que los personajes de mi novela se confesaran en público y pensé que para ello lo mejor era la noche y la radio. Entonces fue un procedimiento, aunque después me di cuenta de que la radio era un escenario de la novela, que lo abarcaba todo, y finalmente, después de terminada la obra, entendí que era un personaje más.

-¿Es la radio un buen confesionario?

-Lo ha sido y lo es. Algunos hablan de la radio como precursora de las redes sociales y yo creo que además conserva mejor el anonimato que las redes sociales, con lo cual parece que tiene condiciones saludables de confesionario.

-¿Qué tipo de personajes aparecen en el libro?

-Por él pasan personajes a veces aparentemente extravagantes porque parece que se embalan contando sus realidades, y podría pensarse alguna vez que mienten, pero no mienten. Esos personajes hablan de una realidad inventada, de esa otra realidad que vive en ellos y de la que viven ellos.

-¿Qué quiere reivindicar con este libro?

-Las novelas no se escriben para hacer reivindicaciones, no creo que sean muy útiles para eso, pero lo que quiero reivindicar una vez más es la libertad, la libertad para entender que no hay una única sexualidad, que nuestras identidades sexuales fluctúan y navegan, y también quiero defender el derecho a vivir nuestro propio imaginario.

-¿Es También la verdad se inventa un libro arriesgado? ¿Qué retos le ha planteado?

-Me ha planteado el reto de trabajar con un lenguaje coloquial como no lo había hecho antes porque era el que requería la radio, un lenguaje oral llevado a la literatura. No sólo para realizar diálogos sino también para contar diálogos que se escuchan.

-Pero usted está familiarizado con ese lenguaje...

-Sí, pero una cosa es hablar en la radio y otra cosa es escribir como se habla en la radio. Una transcripción exacta de lo que decimos en el lenguaje oral no resulta eficaz en el lenguaje escrito. Por lo tanto la literatura exige verosimilitud, y la verosimilitud no se alcanza traduciendo literalmente las cosas sino dando la impresión de que las traduces literalmente.

-En la novela habla de las realidades y las falsas apariencias. ¿Por qué nos empeñamos en ocultar nuestra identidad?

-A veces no sólo ocultamos nuestra identidad sino que la inventamos y por lo tanto el resultado que damos es falso o de impostura. Pero estamos en una sociedad del espectáculo y las apariencias, por eso es fácil que aparezca el disfraz, la careta. Entonces el hombre a lo mejor se explica mejor con sus caretas. Y en esa sociedad estamos... Por eso la novela habla también de la doblez y del engaño.

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