Nicolás López
La crisis del vehículo eléctrico
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La coyuntura de 2023 continúa condicionada por numerosos focos de incertidumbre, destacando especialmente los crecientes riegos en torno a la nueva fase en la que se sumerge la guerra de Ucrania y la evolución de las tensiones inflacionistas. No obstante, la significativa moderación de los precios energéticos a nivel global ante las favorables condiciones climáticas y un menor consumo, junto a las expectativas de un incremento de las exportaciones ante reapertura de la potencia asiática han contribuido a la mejora del sentimiento empresarial.
En concreto, los datos preliminares de la Eurozona publicados por S&P/IHS Markit han señalado un repunte de la actividad, destacando las mejores perspectivas de los servicios.
Este repunte de la actividad en el 4T de 2022 podría no mantenerse a corto plazo al ganar protagonismo en los próximos trimestres el impacto de la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y las implicaciones del endurecimiento de las condiciones financieras, que hasta el momento habían sido paliados parcialmente con el ahorro embalsado.
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