Felices fiestas

Pues ya estamos en lo gordo de lo gordo, que ya están aquí las fechas más señaladas. Aunque ya hay mucha gente tirada al monte, para qué esperar se dirán, me parece a mí, habiendo ganas y habiendo bolsillo. Yo de ganas siempre ando bien surtido, pero el bolsillo lo tengo con más agujeros que un queso francés.

Nuestro Córdoba despide el año en El Arcángel con un nuevo triunfo y ahí nadie ya va a ganar en este 2024 en Segunda, porque ya no juega más. Eso tiene mérito, hay que reconocerlo, que si hubiéramos sacado la mitad de puntos fuera estaríamos muy arriba, pensando en otras cosas. Si con esa fe jugara todos los partidos, no habríamos perdido unos cuantos, lo tengo más claro que el agua, pero tan claro.

Lo que espero es que esto no sea la excusa para no fichar a nadie ahora en enero, porque fichar hay que fichar. Pero no hacen falta fichajes, hacen falta refuerzos, para arriba, y para la defensa, que lo demás lo tenemos más o menos bien. Porque no me canso de decirlo, en verano hicimos fichajes pero no refuerzos, y eso se nota una barbaridad, porque la plantilla no se mejoró, que seguimos teniendo una de una división inferior, y así no se puede aspirar a nada grande, como mucho a salvarte y eso lo tenemos que tener todos clarísimo.

Eso sí, a afición no hay quien nos gane, pero nadie, que hay que ver cómo estaba el estadio el pasado martes, que daba gusto verlo, y eso que fue una noche fría, de rasca gorda, pero ahí estaba la afición, dándole calor a su equipo, que no se pueden quejar.

Como ya les he dicho algunas veces, este martes, que ya es Nochebuena, yo no me quiero enredar, que me dio mucho apuro lo que me pasó hace unos años, que no llegué a la cena. Desde entonces le temo al tardeo como una vara verde, que tiene más peligro que una caja bombas. Sardinas quiero comer, está claro, pero temprano quiero estar de vuelta en casa de mi hermana, que me conozco y necesito muy poco para dejarme enredar. Así que con la excusa de ayudar en casa, me quito de en medio lo antes posible, que es lo mejor que puedo hacer.

En fin, que ya han empezado a llegar vecinos del barrio que viven fuera y esto parece el anuncio del turrón. Qué alegría verlos de nuevo. Los reencuentros es de las cosas más bonitas que trae la Navidad, y estar cerca de los que quieres y la sonrisa de los nenes, que anda que no disfrutan, a lo grande, vaya que sí. Eso es lo que les deseo a todos, mucho amor, sonrisas, risas y pasarlo lo mejor posible. Que sean unas muy felices fiestas, que de la Nochevieja ya hablaremos la semana que viene.