Parece otoño

Se agradece que haya bajado la temperatura, es la verdad, que cuando llega septiembre ya estamos un poquito hartos de verano, para qué vamos a decir lo contrario. Y no es del verano, que es una estación muy bonita, es del calor de lo que estamos hartos, y con razón.

Llevamos bien el calor, estamos acostumbrados, es verdad, pero también cansa. Sobre todo cansa que te controla mucho, por eso de que nos deja encerrados de dos a diez, hasta que hace un poco de fresquito. Si nos paramos a pensarlo, los cordobeses estábamos entrenados para estar encerrados en casa, cuando llegó la cosa del coronavirus ya teníamos rodaje. Aunque no es lo mismo estar encerrado porque tú quieres a que porque te obliguen, la cosa cambia y mucho. Lo que espero, de verdad, es que no nos tengamos que encerrar otra vez por lo del mosquito este del Nilo que nos ha llegado. Que ya lo tenemos en Córdoba también, y yo me supongo que es porque nos atraviesa el río. Habrá que tener cuidado, que los efectos pueden ser fatales, como he leído en mi Día.

Hablando del río y de El Día, qué bonito el reportaje de esta semana sobre los molinos del Guadalquivir, vaya cosa con más gusto, que si no has leído te animo a que lo hagas, porque era una maravilla. Recuerdo yo cuando en la plaza del Potro había una tabernita que llevaba un hombre que fue socorrista del río, cuando tenía su pequeña playa y la gente iba a bañarse. Más de mil personas salvó, que se dice pronto. Vaya historia que tenía ese hombre, que no me acuerdo ahora cómo se llamaba.

Esta semana se ha hablado mucho de bicicletas, por eso de que hagamos de las ciudades lugares con menos humos y más tranquilas, y a mí la verdad es que me parece bien. Que a veces cogemos el coche hasta para ir a la esquina, y nos olvidamos de que hay autobuses que nos llevan hasta donde queramos. Lo de la bici me gusta, y eso que nunca he tenido, pero también es verdad que subir la cuesta de San Pablo y la del Círculo tiene miga, que eso se pone muy pendiente. Pero bueno, es un trecho solo.

Y son cosas para que vivamos mejor, como es también que tengamos más sombra cuando aprieta el calor, que es fundamental, sobre todo si la sombra es de árboles, que encima nos limpian el aire. Son cosas buenas, que hay que hacer, para que nuestra Córdoba bendita sea cada vez mejor. En fin, que son cosas contra las que no se puede estar en contra, porque no es política, es sentido común, y eso está por encima de todo, me parece a mí. Que ahora nos ponemos ya la sabanita por la noche, pero lo hemos pasado regular este verano, y en algo se puede aliviar la cosa. Pues bienvenido sea, lo que sea.