Envío
Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
La Gloria de San Agustín
Estamos a una semana de empezar lo bueno, te guste la Semana Santa o no, porque te guste o no nos lanzamos a la calle, y ya es un no parar hasta finales de mayo, tal cual. Y este año empezamos antes, que llegamos al Domingo de Ramos sin haber cambiado la hora del reloj, y eso sí que es raro. Tampoco pasa nada, que a todos nos acostumbramos, y a lo que haga falta, ya ves tú.
Debo de reconocer que voy a llegar a la Semana Santa con todas las torrijas comidas, y hasta algunas más. Y es que el viernes pasado hicimos lo mismo que en 2023, que es hacer una cata de torrijas entre los amigos. Hicieron de las nuestras, de leche envueltas en azúcar y canela, bañadas en vino, con miel, y hasta envueltas en chocolate, que no están malas precisamente. Dos horas comiendo torrijas, imagínese, y también cayeron algunos pestiños y roscos, ya que nos ponemos, que no falte de nada.
Menos mal que yo no tengo que hacer la operación bikini y me dan igual dos o tres kilos de más, porque si fuera de otra manera, mal barrio y malos amigos para mantener el tipo. Pero todo es controlarse, como dicen. Pero es que hay épocas en las que te controlas menos que en otras, y ahora viene una, muy, muy larga, de controlarse más bien poco, por no decir casi nada.
Y a lo mejor tiene que entenderse así la vida, que estar siempre amarrado no creo que sea bueno, que de vez en cuando, pues eso, un poquito de salir y entrar y alternar. Eso es lo que más me gusta del mundo, alternar, sobre todo cuando nos juntamos un batallón y voy de un sitio para otro, hablando con unos y otros. No me lo puedo pasar mejor.
He estado leyendo que ahora le quieren cobrar algo a los turistas por venir a Córdoba, como una especie de impuesto o algo así, la verdad es que no me he enterado muy bien. Y como en todo, hay quien está a favor y quien está en contra. A lo mejor ya les cobramos demasiado a los turistas y, como dice ese dicho de las gallinas que daba los huevos de oro, tampoco hay que apretarlos más. Vaya que se cansen y digan que van a otros sitios donde les cobran menos, que todo puede pasar. Mejor no estirar, me parece a mí, que vaya que no nos salga como queremos.
En fin, que ya estamos en lo que estamos, y hasta en los puestos de arriba nuestro Córdoba, que anda que no está jugando bien al fútbol, pero tela. Ganando los partidos por ley, como tiene que ser, y que siga la racha. Y para el Domingo de Ramos ya saben, aunque sea unos calcetines hay que estrenar, que las cosas hay que cumplirlas, como sea. Un pañuelo voy a estrenar yo, que me lo ha regalado Cayetano, que más arte no se puede tener.
También te puede interesar
Envío
Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Los que manejan el mundo
La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Esplendor del Palacio Real
Lo último