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Porque #TodosSomosDerrochólicos, necesitamos ayudas para que, juntos, dejemos de malgastar energía. De malgastar energía, también se sale. Sí, así de contundente. Esta es la nueva campaña de publicidad con la que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico pretende que consumamos lo mínimo de energía por el bien de todos y del planeta y con la que ha creado una nueva especie humana: los derrochólicos. Y es cierto. Solo hay que ver los anuncios que han salido publicados y la página web creados a tal efecto, en la que literalmente se hace una parodia de las reuniones de personas con algún tipo de adicción y que aparecen con la cara tapada, por aquello de preservar la intimidad de los actores que la protagonizan.
Si querían causar impacto, como cualquier spot publicitario, pues claro que desde el Gobierno otra vez lo han logrado, pero quizás se hayan pasado de frenada en esta ocasión, aunque no es la primera. Cada uno manda en su frío y también en las temidas facturas de la electricidad y del gas, pero de eso a compararnos con derrochadores de energía y asimilarlos a personas con graves adicciones va un trecho, y tremendo.
Tal impacto ha causado que ya algunas asociaciones de afectados por estas patologías han puesto el grito en el cielo y han pedido la retirada de la campaña. No se trata de que se tenga la piel muy fina o no, es que puede tratarse de una falta de respeto para quien tiene un problema de adicción y acude a terapia por ello.
Pero es que, aún hay más, es que en la citada web también aparece la definición de derrochólico: "Aquella persona que malgasta o derrocha energía de forma más o menos consciente, o que no la usa de manera eficiente". Fenomenal, también. Si la intención es infantilizar a la población, pueden seguir por ese camino si es que con eso consiguen más votos, pero como he dicho antes no es de recibo esta comparación.
Es real que en esto de la energía vamos mal, muy mal, más que nada porque está tan cara que no se puede abusar de ella porque, literalmente, el gasto es ya inasumible para muchas familias. Y también es cierto que se tienen que adoptar medidas para facilitar su pago. Es cierto que hay que ser conscientes de que los recursos no son ilimitados, que hay que hacer un esfuerzo y no utilizar el coche para recorrer cien metros. De eso no cabe duda, pero lo de ser derrochólicos...
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