J. M. Marqués Perales

Díaz Ayuso, la Susana del PP

Crónica levantisca

La apuesta de Isabel Díaz Ayuso es el fracaso del PP en las próximas elecciones generales

17 de diciembre 2021 - 01:52

La ambición es consustancial al político, pero es necesaria tenerla guardada para que se note lo menos posible. Alerta al enemigo. Es un ingrediente imprescindible, pero lastra más que el plomo si esta característica prima sobre todas las demás. Se ve venir, y esto lo que ha sucedido con Isabel Díaz Ayuso, que su desafío a Pablo Casado es tan evidente como sus prisas, porque no sólo no se conforma con ser la presidenta de la comunidad de Madrid, sino que le urge descabalgar a Pablo Casado después de las próximas elecciones generales. Su apuesta personal, como en su día la de Susana Díaz, es muy negativa para su partido, porque su fortuna depende del fracaso de su formación. Sus asesores áulicos deberían leer a Baltasar Gracián.

Esta pugna ya no tiene solución, Díaz Ayuso contraataca con su artillería ideológica, y acusa a Casado de comportase como un liberticida al prohibirle celebrar la fiesta del PP de Madrid. Génova cursó la orden a todas las direcciones regionales del partido, pero la madrileña se dio por aludida, y con razón, aunque la medida es pura sensatez. Los periodistas del Congreso también han suspendido la cena de Navidad que suele reunir a la canalla y a la política en una velada donde siempre hay sorpresas.

Como Díaz, Ayuso tiene de compañeros de viaje a algunos barones del PP, casi todos a excepción del murciano López Miras, que es quien le ha contestado: la libertad es no tener que ingresar en un hospital.

Como entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, entre Ayuso y Casado también hay algo personal. La presidenta de la comunidad de Madrid es un invento de Casado, que la impuso como candidata cuando sólo él creía en esa mujer de escaso currículum y notable descaro.

Como Susana Díaz, Isabel Díaz Ayuso es un cañón político, ha interiorizado su discurso liberal, se ha colocado en un extremo de la banda y encandila a la militancia, la quieren, la besan, la tocan.

Como la ex presidenta andaluza, sin embargo, ha reducido toda su carrera política a una única vía, y es que el PP pierda las próximas elecciones, de modo que ella y los suyos, los mismos del congreso de Valencia contra Mariano Rajoy, puedan deshacerse de Casado.

Como Susana Díaz, ha sido engullida por ese mentidero madrileño que observa al resto de España como un villorrio.

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