¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
¿Dónde está la ultraderecha?
Cambio de sentido
Once más una. 11 mujeres asesinadas por esos que, alguna vez, les susurraron al oído que las amaban. Y una causa abierta por homicidio, por la muerte de una mujer de 22 años que cayó desde un sexto piso tras una fuerte discusión con su chico. 11 más una, más otro: el bebé que esperaba la mujer a la que su expareja le arrancó la vida a puñaladas. La cesárea de urgencia no lo salvó. Al menos 11 presuntos asesinos. Algunos de ellos dejan huérfanos a sus propios hijos; huérfanos de solemnidad, pues quien tiene un padre que da muerte a la madre se queda más solo que nadie. 12, como las uvas. No una por mes, 12 sólo en diciembre. Ruleta rusa muy repartida: Sevilla, Murcia, Madrid, Lleida, Zaragoza, Avilés… Mas no es el azar quien dispone esta funesta suerte; tiene unas causas y unas raíces que hay quienes todavía niegan desesperadamente, por cobardía y por vileza, y porque les interpela directamente: son fruto de una ideología, la única "perversa ideología de género" que existe, el machismo. Estas mujeres asesinadas son la punta del iceberg. Otras no son noticia porque no llegaron a la muerte, sino que, por ahora, malviven. Muchas ni denuncian, incluso puede que no sean conscientes de que lo que sus hombres están haciendo con ellas y con sus hijos se llama maltrato, abuso, violación, chantaje, vejación, agresión, control, intimidación... Nos hemos hecho un retrato robot impreciso de las mujeres que sufren violencia de género. Lo sabemos cuando acompañamos a amigas económicamente independientes, con estudios y valoradas en su entorno, a la comisaría, al hospital o al psicoterapeuta.
¿Se imaginan que, en un solo mes, hubieran asesinado al menos a 11 políticos por el hecho de serlo, o a 11 andaluces por ser andaluces, o a 11 negros, o periodistas, o profesionales de la medicina, a 11 quienes sean, por el mero hecho de serlo? España entera se echaría a la calle, todos los partidos sin excepción firmarían un Pacto de Estado. Puede que incluso se hubiera decretado el estado de excepción, las fronteras estarían blindadas. Hablaríamos de terrorismo, de una guerra declarada contra los cimientos de nuestro sistema, de una guerra que -dirían por la tele- estamos dispuestos a ganar. Pero asesinan al menos a 11 mujeres en menos de un mes, a cerca de medio centenar en un año y, "señores guardia civiles: aquí/ pasó lo de siempre". Una de las formas de la violencia machista consiste en negarla. Una de las maneras de combatirla es no callar.
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