Confabulario
Manuel Gregorio González
V aleriana
Tinta y borrones
Seguro que recuerdan que hace cuatro años, cuando el cogobierno de PSOE e IU -que ya es historia- empezó a andar, calificamos sus primeras medidas como la política de gestos. Algunas de sus primeras actuaciones fue la de dotar de agua al antiguo colegio Rey Heredia, a cuyos ocupas además se les retiró los cargos por haber irrumpido de manera ilegal en un edificio público, donde después empezaron a desarrollar un labor social para los más desfavorecidos del barrio. La política de gestos continuó con la aprobación del plan de rescate ciudadano que, cuatro años después, nunca nos hemos enterado de a cuántas personas ha beneficiado. Fueron, sin duda, medidas dirigidas a marcar un camino y a diferenciarse de todo lo que había habido antes. No hay que olvidar que al PP de entonces -el de 2011 a 2015- le tocó lidiar los peores recortes de la crisis y una etapa de creciente conflictividad social.
Ahora, una semana después de la toma de posesión de José María Bellido -quien ha devuelto la Alcaldía de Córdoba a los populares-, las primeras medidas vuelven a ser gestos, como la de iniciar el procedimiento para renombrar las calles cuya retirada generó más polémica generaron tras la aplicación de la ley de Memoria Histórica. El cogobierno de PP y Cs quiere que Foro Romano vuelva a ser Cruz Conde, que la avenida del Flamenco recupere su Vallellano y la plaza de los Derechos Humanos se llame otra vez de Cañero. Estaba incluido en su programa electoral y no deja de ser también una declaración de intenciones que se haya incluido en la primera junta de gobierno del nuevo equipo.
El problema, desde luego, no son los gestos, que cada uno aplica o vende como mejor considere. El riesgo está, como le pasó a PSOE e IU, en querer basar un mandato en ese tipo de cuestiones que realmente tienen poca repercusión en la vida de los cordobeses. Es pronto, lógicamente, para opinar. Qué menos que esperar a esos primeros cien días en los que el equipo de PP y Cs han acordado poner en marcha algo más de 70 medidas para cambiar la ciudad. La primera ya la conocemos, esperemos que la agilidad en la toma de decisiones continúe durante los próximos meses, porque ya se sabe lo que pasa cuando el balance final se queda más en los gestos que en las acciones.
También te puede interesar
Confabulario
Manuel Gregorio González
V aleriana
La ciudad y los días
Carlos Colón
Siempre nos quedará París
Paisaje urbano
Eduardo Osborne
Memoria de Auschwitz
La colmena
Magdalena Trillo
Gracias, Errejón