Confabulario
Manuel Gregorio González
V aleriana
La ciudad y los días
Ya puede escribir Javier Gomá Lanzón “Tres razones: es ilegal, inmoral e inoportuna” en El Mundo o Juan Luis Cebrián “Disculpa a la traición; premio a la culpa” en El País. Ya puede clamar desde Bruselas Fernando Savater: “Lo que no se defiende se pierde. Estamos hartos de minorías sectarias que con ideologías extremas boicotean la vida y las instituciones. Y del interés espurio de algunos gobernantes que están sacrificando este país. Queremos una ley no que se destruya a sí misma, que no exculpe a los culpables y tenga que pedir perdón el Estado”. Y tuitear: “Para oponerse a Pedro Sánchez no hace falta ser de derechas, sino sensato”. Le da y les da igual.
Ya pueden oponerse a la amnistía González, Guerra, Jáuregui, Rodríguez de la Borbolla, Leguina, de la Quadra-Salcedo y otros nombres históricos del partido. Ya pueden oponerse el CGPJ y las todas las asociaciones, progresistas y conservadoras, de jueces y fiscales. Ya pueden echarse a la calle en todas las ciudades españolas cientos de miles de personas protestando. Le da y les da igual.
¿Cómo les va importar si hasta lo que ellos mismos dijeron le da y les da igual? “El independentismo lo que pide, y lo saben ustedes, es la amnistía, algo que, desde luego, este Gobierno no va a aceptar y que, desde luego, no entra ni en la legislación ni en la Constitución española” (Sánchez); “La amnistía no es planteable en un Estado constitucional y democrático porque eso sería suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado que es el Poder Judicial” (Carmen Calvo); “¡No va a haber amnistía!” (Iceta); “La amnistía no está reconocida en nuestro ordenamiento jurídico” (Grande-Marlaska); “El PSOE no aceptará ni la amnistía ni la autodeterminación porque no son factibles y no negociará con Puigdemont” (Illa); “Hemos dicho siempre que no cabe la amnistía en nuestra Constitución” (Lastra); “La amnistía se planteó cuando cambiamos de un régimen dictatorial a una democracia, pero somos un régimen plenamente democrático desde hace más de 40 años, por tanto esta figura no cabe en la Constitución española” (Planas).
Todo le da y les da igual. Como si los artículos estuvieran escritos en papel El Elefante. Como si oponerse o manifestarse convirtiera a quienes lo hacen en derecha fascistoide. Tras esperar con paciente fidelidad que Sánchez lograra sus apoyos, Armengol ha fijado la investidura. Caiga lo que caiga.
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