Pilar Cernuda

Pablo Iglesias, un peligro

Crónica personal

Es un defensor acérrimo de la libertad de expresión… siempre que sea de la suya y sus acérrimos seguidores

28 de abril 2023 - 01:51

Es mejor en el ataque que en la defensa, y su manual de supervivencia, más eficaz que el de la mayoría de sus adversarios. Pablo Iglesias, aunque hace dos años que renunciaba a la política, hace y deshace a través de personas interpuestas, fundamentalmente Ione Belarra e Irene Montero, pero no son las únicas.

Acaba de colocar un peón importante en el tablero, Sergio Gregori, fundador, con él mismo, de Canal Red, la cadena de televisión por la que emiten programas en los que destrozan las biografías de quienes les plantan cara y potencian las de aquellos que les apoyan. Que se ande con ojo Yolanda Díaz, porque Iglesias es mal enemigo y a su canal semiclandestino ha sumado los últimos días 7NN, que empezó hace unos meses como próximo a Ciudadanos, se escoró hacia la extrema derecha y ha anunciado su cierre debido a su imposible situación económica. Inmediatamente se ha hecho con él Pablo Iglesias.

Es sabido que Iglesias es un defensor acérrimo de la libertad de expresión… siempre que sea de la suya y sus acérrimos seguidores. A quienes no le ven con simpatía sencillamente los ataca de forma inmisericorde sin escatimar descalificaciones personales o insidias profesionales. Asociaciones de periodistas han denunciado los ataques de Iglesias a varios de los mejores profesionales que hay en España, y el dirigente de Podemos ha debido tomar buena nota de cómo reacciona la prensa cuando se siente atacada, y acaba de culminar una operación inteligente: se ha hecho con el Sindicato de Periodistas de Madrid, minoritario pero con presencia en las redacciones de algunos de los medios de comunicación más influyentes de la capital que se escuchan, leen y ven en el resto de España. Ha puesto al frente de ese sindicato… a Sergio Gregori, su socio y amigo.

Una operación secreta, tan bien preparada que ni siquiera conocían la mayoría de los miembros del SPM, conmocionados al ver que han quedado en manos de Iglesias y Podemos porque ni siquiera acudieron a votar la nueva dirección. No la han respaldado ni el 10% de los afiliados… pero se han hecho con el sindicato y no es difícil adivinar que entre sus objetivos estará poner en cuestión la profesionalidad de periodistas críticos con Podemos, a los que apoya la APM.

Lo tiene mal la España actual: el jefe del Gobierno no para de prometer lo que no puede cumplir y crea falsas expectativas, aunque le darán votos. Y Podemos tendrá un papel relevante en medios de comunicación en los que trabajan periodistas que conocen el oficio y a los que Pablo Iglesias pretende abatir a la mínima crítica.

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