
La gloria de San Agustín
Rafalete ·
Amarga alegría
La gloria de San Agustín
Estos días he hablado mucho con mis amigos de los buenos periodistas que tenemos en nuestra Córdoba bendita, que las cosas hay que reconocerlas y decirlas cuando son, y esta lo es, pero de verdad. En mi Día siempre ha habido unos periodistas de los grandes, antes y ahora, que todos y todas tienen un mérito grande.
Y no es una profesión cualquiera, que es tela de difícil, que no es solo contar las cosas con las mejores palabras, es contarlas bien, tal y como han pasado, y eso no lo hace cualquiera. Ya les digo yo que no. Hace poco le dieron un premio de los grandes a Rafa Ruiz, que lo hemos conocido aquí en El Día, pero que también ha estado en los otros periódicos de nuestra Córdoba. Yo me lo cruzo mucho por el Realejo, que sé que le gusta tomar café por allí, y cuando puedo, si lo veo que no tiene mucho lío, me acerco a saludarlo. Y es que me encanta hablar con él, que es un cordobés con la cabeza muy bien puesta, que nunca te dice un pegolete, ni por asomo. Cuando aprieta el calor, yo le recuerdo a mi tocayo que en su pueblo, Montoro, es donde más hace, y ya aprovecho para echar un rato, porque la verdad es que se puede hablar con él de todo y algo más. Normal que le hayan dado ese premio, que es lo poco que se merece.
Y de otro periodista que me quiero acordar es de Raúl Ramos, el chaval del Ayuntamiento, al que también conozco desde hace una pila de años. Bueno, para reventar. Ha tenido un sustillo gordo, pero ya está bien, como para no estarlo con ese pedazo de corazón que tiene y la familia que tiene a su lado, que son todos para comérselos.
Y es que alguien que ayuda a su mujer a que nazca su hijo con sus propias manos, dentro de un coche, solo puede ser alguien valiente y que tiene las cosas muy claras, como le pasa al bueno de Raúl, al que le deseo que muy pronto lo vea junto al alcalde, haciendo su trabajo, en lo que es un fuera de serie.
En fin, que tenía que acordarme de estos amigos, que además coinciden en que son periodistas, cordobeses y muy buena gente, que más no se les puede pedir. A los que a lo mejor hay que pedirles un poco más son a los que mandan en nuestro Córdoba, que luego ellos le piden mucho al equipo y a lo mejor no han hecho todo lo que tenían que hacer para que tuviéramos el mejor de los equipos, y no sé si me estoy explicando.
Ya veremos cómo se da la cosa de aquí a final de temporada, que espero que no acabemos pidiendo la hora y estemos tranquilitos, que es lo que nos merecemos los aficionados. Y empezar a pensar con tiempo en la próxima temporada, que ya deberíamos dar un paso al frente, o al menos intentarlo. Que a veces con intentarlo ya es más que suficiente.
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