En tránsito
Eduardo Jordá
Opositar
La Gloria de San Agustín
Ya he estrenado la azotea este verano, que el jueves por la noche tuve que dormir bajo las estrellas, y dándome un manguerazo de vez en cuando, que vaya la que estaba cayendo, pero tela marinera. Ha sido con la llegada de julio, tampoco hay que extrañarse, que los veranos en Córdoba son así. Y no le demos más vueltas.
Este año hemos tenido un junio fresquito, que no nos podemos quejar, que unos cuantos días de calor gordos nos hemos quitado, que eso lo sabemos todos, porque es así. Si hasta lo de la Feria todavía no nos lo podemos creer, que calor calor, lo que se dice calor, no hizo ningún día, como tampoco lo hizo el día de la Ponferradina. Contra el Barcelona si cayó una buena, eso es verdad. Hablando de fútbol, ya estamos con los fichajes y con los que se van. Y ojo que se han ido algunos muy buenos, que han sido fundamentales esta temporada.
Yo espero que acierten con los nuevos, y no tengamos que recurrir a enero, que eso siempre quiere decir que no se han hecho bien las cosas en su momento. Y hay que ponerse ya, que estamos en Segunda, en fútbol profesional, y eso es más de lo que muchos imaginan. Que ya hay dinero y hay que invertirlo bien, para que las cosas funcionen como deben. Ahora comienza una nueva etapa, más difícil, y empezamos de cero, y es que el fútbol es así, que no tiene memoria y cada temporada se empieza de nuevo. En esas estamos, y por eso ahora no hay que pensar en los nombres, solo hay que tener en cuenta al equipo, que se llama Córdoba Club de Fútbol.
Este verano ha sido como siempre de chiripa, porque todo apuntaba a que ya no íbamos a tener cines de verano. Que es una de las cosas más cordobesas que hay, y eso que muchos no lo saben. Que en los años cincuenta, según me explicó el otro día Soraya, que de Córdoba sabe más que nadie, había más de cuarenta cines de verano, más de cuarenta, sí. Que de El Rescatado a El Realejo había casi veinte, una cosa mala.
Nos quedan dos, dos, algo es algo, y los dos nos pillan bien a los del barrio, sobre todo el Fuenseca, aunque el Delicias tampoco nos pilla muy lejos, la verdad. Una pena, con las buenas noches que hemos echado en el Olimpia, sobre todo, pero también en el Coliseo, el Maxi, el Andalucía o el de la Plaza de Toros, que esos han estado funcionando hasta hace bien poco. Si comparamos, dos son muy pocos, pero al menos quedan dos menos, que peor sería que no hubiera ninguno. Los linces van para arriba, que lo leí el otro día en mi Día, y los cines de verano son los que han pasado a estar en extinción, qué cosas.
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